Varios artículos ahondan en las claves del
proceso catalán. ¿Habrá la fuerza suficiente para proseguir el envite? ¿Se
realizará con un cambio de hegemonía a la izquierda o la derecha mantendrá su
liderazgo? Las elecciones generales afectarán el proceso soberanista, pero habrá
que ver en qué dirección. Se debate de hasta qué punto puede haber unilateralidad
en la ruptura democrática, o hace falta una combinación de proceso de procesos
constituyentes.
Adjunto unos enlaces y extractos de david
Companyon y Xose Manuel Beiras en SinPermiso, otro de Jordi Matas Dalmases en El
País.
Las elecciones catalanas en clave deruptura constituyente. David Companyon 18/10/2015.
Las elecciones catalanas nos muestran una fotografía compleja de la sociedad
catalana, que implica diversas lecturas. La más analizada ha sido la
plebiscitaria, pero también cabe otra: la ruptura constituyente.
La participación del 77% ha sido la más
alta en unas elecciones catalanas (y la segunda mayor en toda la historia tres
las elecciones generales de 1982) muestra que para la mayoría lo que se estaba
votando era excepcionalmente importante y no la antesala de las generales del
20D.
La principal conclusión excepcional es que el
“status quo”, el orden institucional surgido del Régimen de la restauración
monárquica del 78 ha salido derrotado de las urnas. Y ese cuestionamiento no se
hace en clave de reforma, sino de ruptura, una ruptura que tiene como
asignatura materializarse.
Una ruptura en Catalunya con el Régimen
pero no necesariamente con los pueblos que conforman el Estado Español. Una
ruptura que la izquierda transformadora española (Podemos, IU…) debe apoyar
como la parte más avanzada de la que ha de darse, debería darse, en el resto
del Estado. Si el movimiento soberanista (democrático y constituyente) saliese
derrotado en Catalunya (política, judicial o militarmente) sería en beneficio
de las fuerzas políticas y sociales en las que se sustenta en Reino de España y
su régimen y lo sería en detrimento de las fuerzas que abogan por procesos
constituyentes en Catalunya, España y Europa. (…)
El Régimen ha quedado derrotado en las
urnas, también es cierto que no ha sido vencido. C’s y PP, que niegan a
Catalunya la condición de nación, contrarios a cualquier solución pactada ya
sea un referéndum o una reforma constitucional, consiguieron sólo un 26,4% de los
votos (17,9% C’s + 8,5% PP) con un cambio cualitativo en la correlación de
fuerzas: el PP pasa de 19 escaños a 11 y C’s de 9 a 25. (…)
Una lectura únicamente plebiscitaria de las
elecciones nos mostraría el triunfo de la hegemonía política del
independentismo. Es la fuerza mayoritaria en la sociedad catalana y, como se
vio el 11s, la única parte movilizada. Las fuerzas apoyadas por el Assemblea
Nacional Catalana (ANC) representan el 47,7% de los votos, la suma de Junts pel
Sí (39,5%) i la CUP (8,2%), mayoría absoluta de escaños: 62 de JxSI i 10 de la
CUP, pero no alcanza el 50% de los votos.
Pero se han producido cambios
significativos en la correlación de fuerzas dentro de esta hegemonía: Junts pel
Sí (que agrupa a Convergència, ERC e independientes) pasa de 71 diputados a 62
y, la más relevante, CDC sigue retrocediendo (de 62 a 50 diputados en 2012 y
ahora 30 en 2015 más 4 independientes afines), ERC se mantiene en 21 diputados
(más 7 independientes cercanos a la formación de Oriol Junqueras). La CUP
triplica escaños, de 3 a 10. (…)
En medio tendremos las generales el 20D y
la clave de estas elecciones, desde la izquierda, será: “Echar a Rajoy”. (…)
A medida que pasen los días, se irá abriendo
paso una lectura menos plebiscitaria y más en clave de ruptura con el Régimen y
su Constitución, de agotamiento del "status quo" y del autonomismo,
de las fuerzas que son favorables a un proceso constituyente y el ejercicio de
la soberanía de Catalunya. La suma de estas fuerzas es superior a la lectura
plebiscitaria, pues hay que sumar Catalunya Sí Que Es Pot. Serían 83 diputados
sobre 135.
Aunque casi no aparezca en ningún análisis,
las elecciones del 27s han mostrado como en el espacio político del campo
soberanista (independencia y/o derecho a decidir) la izquierda (ERC,
CSQEP y CUP) favorable a la ruptura democrática, el proceso constituyente y a
un programa de rescate social sigue aumentando sus escaños 49 (+12) y supera a
CDC 34 (-16).
¿Deberían implicarse la izquierda
transformadora, los sindicatos y movimientos sociales en contribuir a la
acumulación de fuerzas para avanzar hacia la ruptura democrática? o ¿deben
mantener una posición de verlas venir? Creo que Mas preferiría la segunda para
así concentrarse en presionar sólo a la CUP y mantener a raya a ERC.
¿Y un gobierno no presidido por CDC? Un
gobierno constituyente y no continuista de las políticas neoliberales y
privatizadoras, con un programa de rescate social, que aplique la ILP contra
desahucios y pobreza energética, la Renta Ciudadana Garantizada, acabe con el
desmantelamiento de la sanidad pública, el megaproyecto especulativo de casinos
del BCN World o implante un impuesto a las grandes fortunas. ¿Podría ser
aceptable un gobierno (apoyado desde dentro o desde fuera) que tuviera una
mayoría situada a la izquierda y que contara con consejeros de CDC? Recordemos
las “cuentas”: CDC 34, ERC 28, CSQEP 11, CUP 10. (…)
La cuestión decisiva es que la posibilidad
de una ruptura política es real, confirmada en las urnas, la dificultad
está en encontrar sus expresiones prácticas. Serán positivos todos los pasos
que se den en esa dirección, construcción de una legalidad catalana y la
desobediencia a leyes impuestas, y también en sentido positivo las medidas
prácticas de respuesta a la crisis social, plan de emergencia contra la
pobreza, medidas sociales, etc. Esas dos caras de la misma moneda son las que
pueden ampliar, aún más, el apoyo social para una ruptura republicana, una
República Catalana basada en la libertad, la igualdad y la fraternidad con el
resto de pueblos.
Qué, cómo, cuándo y a quién investir. Existen
dudas sobre el comportamiento de la CUP, sobre quién será el candidato
definitivo y sobre si habrá algún cambio de candidato en el proceso de
investidura. Jordi Matas Dalmases19 OCT 2015.
En los próximos días se constituirá el
nuevo Parlament surgido de las elecciones del pasado 27-S. Entonces veremos si
la mayoría absoluta de diputados independentistas cumplirá el compromiso
electoral de declarar solemnemente el inicio del proceso de independencia y también
qué diputados electos, tras hacer sus tardíos cálculos personales, renunciarán
al acta de diputado ante una legislatura no apta para pusilánimes.
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