Del Tren de la libertad a la Marcha estatal contra
las violencias de género hay un inmenso caudal de abnegación y lucha. Las mujeres
se juntan y saben que la igualdad real, los derechos, su emancipación es cosa
de ellas en primer lugar.
Montserrat Vilà Planas argumenta en SinPermiso
las razones que sustentan un movimiento imnparable para superar la violencia
masclista y la (eterna) dominación del patriarcado. La supeditación de la mujer
por el hombre en base a la violencia en todos los dominios terrenales y
espirituales.
Este verano la indignación y la rabia salieron
a la calle por las 30 mujeres y los 6 hijas e hijos asesinados por sus padres maltratadores,
en dos meses y medio.
El tren de la libertad contra la ley Gallardón
fue una demostración de la fuerza que tenemos juntas. Ahora llenaremos las
calles contra el estado. Un estado que incluso da marcha atrás en los logros
conseguidos a base de grandes esfuerzos de mujeres que han plantado cara al
patriarcado y a las violencias de género. (…)
Será la mejor preparación para el 25 de
noviembre, día
internacional de la Eliminaciónde de la violencia contra las mujeres. (…)
Es cuanto menos irónico que argumenten este
aumento de los presupuestos cuando en 2016 sólo se destinarán 25,2 millones de
euros frente a los 34,3 millones de 2010, un 26% menos. No sólo no avanzamos,
sino que hay una clara involución. (…)
La situación económica de crisis sistémica,
provocada por el sistema capitalista, ha repercutido de lleno en el aumento de
la pobreza femenina que ya denunciábamos antes del 2008 en numerosos estudios e
informes con perspectiva de género.
La reforma de la Ley de Bases de Régimen Local
por la Ley 27/2013, que elimina la competencia municipal en políticas de
igualdad, ha hecho retroceder los recursos municipales para servicios sociales,
la promoción de la igualdad de oportunidades y la prevención de la violencia
contra la mujer. Como consecuencia, cierran centros de atención a las mujeres y
casas de acogida. (…)
El concepto definido por la ONU en 1993 de
violencia institucional se refiere a la forma en que los estados y las
instituciones no ponen fin a la violencia y ayudan a mantenerla. Vemos como en nuestro
día a día esta resistencia a la aplicación de la ley y los cambios que supone
produce una violencia institucional y, por tanto, una segunda victimización de
las mujeres que deciden salir del círculo de la violencia que sufren y piden
apoyo a la sociedad.
Ni la ley 1/2004 de “Medidas de Protección Integral contra la Violencia de
Género”, con competencias judiciales en todo el Estado, ni las leyes
autonómicas, como la catalana 5/2008 “Ley del derecho de las mujeres a la
erradicación de la violencia machista”, incluyen un artículo contra la
violencia institucional que reclamábamos las asociaciones de mujeres. En la
catalana, sí se recoge la definición de victimización secundaria y la necesidad
de indemnizar a las mujeres que sufren violencias machistas, reconociendo de
alguna manera la responsabilidad del estado.
Estas leyes están en clara contradicción con
los tratados internacionales firmados por el Estado español, como recientemente
el “Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia
contra las mujeres y la violencia doméstica”, que en su artículo 5 indica: “ 1.
Las Partes se abstendrán de cometer cualquier acto de violencia contra las
mujeres y se asegurarán de que las autoridades, los funcionarios, los agentes y
las instituciones estatales, así como los demás sujetos que actúan en nombre
del estado se comporten de acuerdo con esta obligación. 2. Las partes tomarán
las medidas legislativas y otras necesarias para actuar con la diligencia
debida para prevenir, investigar, castigar y conceder una indemnización por los
actos de violencia incluidos en el ámbito de aplicación del presente Convenio
cometidos por actores no estatales”
Estrategias de empoderamiento de las mujeres.
Somos y queremos ser decisivas en la dirección de la humanidad. Coger
confianza. Ganar autonomía. Llegar a la conclusión de que las mujeres podemos
decidir por nosotras mismas. No necesitamos tutores. Queremos la libertad de
poder intervenir en las políticas públicas y acabar con las desigualdades de
género. (…)
Otra buena estrategia: El poder y la fuerza
que da el ir Juntas. La organización en asociaciones ricas en experiencias y la
puesta en común de todos los trabajos y logros nos hace fuertes. Nos permite abordar
las desigualdades de género y la lucha por una sociedad libre de violencia
hacia las mujeres. (…)
Romper con la normalización de la violencia hacia las mujeres. Romper con la trivialización de las humillaciones, desigualdades, agresiones, en la vida cotidiana. (…)
Romper con la normalización de la violencia hacia las mujeres. Romper con la trivialización de las humillaciones, desigualdades, agresiones, en la vida cotidiana. (…)
En muchos momentos de cambios sociales para un
mundo mejor, se deja para más adelante el "tema de las mujeres", como
si fuéramos un tema o un colectivo más. Somos la mitad de la humanidad y
queremos tener voz y parte en las decisiones públicas. En los procesos de paz,
en las decisiones económicas a adoptar por una sociedad más justa, en cómo
salir de la crisis, en qué país queremos: en todo tenemos mucho que decir.
Organizarnos y crear herramientas eficientes para tener fuerza ante las instituciones, ante las violaciones de las medidas y leyes contra la violencia a las mujeres y ante la violencia institucional. Movilizarnos para poder cambiar las cosas. (…)
Organizarnos y crear herramientas eficientes para tener fuerza ante las instituciones, ante las violaciones de las medidas y leyes contra la violencia a las mujeres y ante la violencia institucional. Movilizarnos para poder cambiar las cosas. (…)
Tenemos y debemos reforzar los marcos del
movimiento de mujeres. Está bien que seamos diversas. Nos enriquece y unas
influimos en las otras y constituimos un vector fuerza cuando golpeamos juntas.
… para hacer frente a los desafíos de este
siglo, en concreto para que sea el siglo de la erradicación de la violencia
machista, y del patriarcado que la hace posible.
Montserrat Vilà Planas, Coordinadora de la
Plataforma unitària contra les violències de gènere de Catalunya
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