22/11/10

Lo peor es peor

En la fábricas hay poco o nulo ambiente electoral. En las encuestas el gobierno tripartito de Montilla del PSC se hunde. La derecha no entusiasma ni consigue electorado. Simplemente la coalición tripartita de las izquierdas se está disolviendo como un azucarillo en la vorágine de la crisis económica. Siempre soy muy precavido ante las encuestas, pero lo cierto es que el ambiente en la calle y en las empresas es de deserción, de que eso no va conmigo, o que se las compongan ellos, porque ni unos ni otros nos van a hacer ningún caso. Amargo balance para la participación e implicación política.

Arrastra al gobierno en la pendiente la erosión de unas políticas que han acrecentado el escepticismo de la base social trabajadora en unas políticas de izquierda frente a la crisis económica que no han llegado donde la gente necesitaba, o cuando lo han hecho han resultado tan derechizadas y amarradas con los pactos con la derecha, la patronal, banqueros y grandes fortunas, que han ensimismado a su electorado.

Los analistas dirigen sus dardos a la forma de coalición entre varios partidos de la izquierda. Para unos ha fallado la fórmula al no dar una imagen de gobierno compenetrado. Para otros el problema es que el gobierno no ha conseguido o no ha sabido comunicar sus logros.

Para mí ni uno ni lo otro como aspecto determinante. Y menos aún que haya un programa sólido de la derecha por parte de CiU y el PP para hacer frente y salir de la crisis. Para la derecha, CiU, se trata de capear la crisis para un ínfimo porcentaje de la población, que coincide con sus capas más elevadas y bien situadas, de manera que los costes de la crisis sean asumidos y repartidos entre la mayoría inmensa de la población en sus capas más trabajadoras, modestas y pobres.

El debate en la televisión entre los seis candidatos no ha enderezado el asunto.

Lo peor es peor. Los destellos de las políticas francesas de Sarkozy, italianas de Berlusconi, inglesas de Cameron, alemanas de Merkel, se filtran en las propuestas y maneras del PP de Rajoy, o en Cataluña de CiU de Mas.

La abstención, la no participación y compromiso en la acción política, incluido en las elecciones, es un logro de exclusión por parte del sistema político burgués, pero también de la liviandad y temor de las organizaciones de las izquierdas.

El gobierno de Montilla, tripartito, no ha respondido a las peticiones ciudadanas de las inmensas movilizaciones: sobre el "nosotros decidimos" del 10 de julio, o sobre la rectificación de la reforma laboral exigida por la huelga general sindical.

En el debate televisivo a seis cuerdas se notó. Aunque a Mas tampoco le interesaba este asunto. La calle transpiró en las propuestas e incidencia de Joan Herrera.

La coalición entre ICV y EUiA está mejor situada para presentar las propuestas de estas grandes demanda populares, mientras hace una crítica certera y constructiva de la parálisis y división gubernamental al respecto. Unas políticas de soluciones de izquierda ante la crisis, han de empezar por resolver la capacidad democrática de decisión de la población catalana, e iniciar la rectificación de la reforma laboral.

2 comentarios:

  1. De acuerdo contigo, Francesc. Los dardos que hay que lanzar contra el Tripartit es el miedo al poder. El poder que le dieron los sectores sociales mas ilusionados en progresar democraticamente: reparto de la riqueza, de los derechos nacionales, mejora de los servicios sociales... Y aunque es verdad, que algo se ha hecho, su fuerza de gobierno se ha demostrado mas en aspectos negativos: represión a jóvenes y manifestantes, que en mostrarse decidido y resolutivo frente al consitucional, al dret a decidir,frente a la mejora de los servicios, en repartir la carga económica de la crisi... Cómo dices: livianidad y temor.
    Y también es cierto, por comentarios próximos, que Herrera tiene otro discurso, pero nuestra presencia en este Tripartit nos resta credibilidad.
    Pero hay qué votar, y no rendirse porque los resultados de la derrota serían peores.
    reinald

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  2. El voto forma parte de la construcción de alternativa desde la base movilizada y por las demandas establecidas.
    Quienes luchan de otras maneras también es importante. La experiencia mostrará los diversos caminos para forjar políticas y organización de izquierdas contra la crisis y la burguesía que la promueve con su sistema social y económico, obsoleto pero existente aún.

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