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Ninot de Falla clarividente*. |
Además del golpe para un gobierno militar de los capitales generales a las órdenes del Rey, se barajó un gobierno de unidad, o un gobierno de concentración, siempre con el Rey delante.
La obcecación del teniente coronel Tejero en no aceptar gobiernos de otro tipo al militar, junto con la respuesta civil que empezaba a iniciarse, fracturó el frente militar de los capitanes generales.
El sonoro y chusquero, «¡Se siente, coño!», del
mando de la Benemérita, dio paso a la declaración del Rey que declaraba la legalidad
constitucional, mientras protegía a los capitanes generales.Quizás
si no fuera por la foto que dio veloz la vuelta al mundo, hasta se hubieran
atrevido a negar la evidencia del golpe de Estado.
El Pacto del capó, con que finalizó oficialmente el golpe al día siguiente, favoreció la involución autonómica contra la libertad y el derecho de autodeterminación de Cataluña y Euskadi. Su fruto fue la LOAPA, Ley de Armonización del Proceso Autonómica (30 de julio de 1982, pacto entre el PSOE y UCD), para tranquilizar a los militares y jerarcas del Estado.
El republicanismo del PSOE se convirtió en vasallaje al Rey. Se juntaron todas las piezas parar un régimen constitucional sedimentado en la traición y el engaño. Las aspiraciones republicanas bien sometidas y trinchadas bajo el manto del Reino.
De aquí procede buena parte de la impunidad de los franquistas, de la corrupción, la arbitrariedad de la justicia, el poder de los jerarcas del Estado, la insensibilidad social y democrática que trata a la población con arrogancia aristocrática.
Los amos de estos jerarcas, los banqueros y poderosos, consideran que los pobres y parias no se merecen ni trabajo, y menos si pretenden cobrarlo para vivir como personas.
Algún día habrá que poner luz y airear en tanta podredumbre. Luz social y aire democrático republicano.
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El Pacto del capó, con que finalizó oficialmente el golpe al día siguiente, favoreció la involución autonómica contra la libertad y el derecho de autodeterminación de Cataluña y Euskadi. Su fruto fue la LOAPA, Ley de Armonización del Proceso Autonómica (30 de julio de 1982, pacto entre el PSOE y UCD), para tranquilizar a los militares y jerarcas del Estado.
El republicanismo del PSOE se convirtió en vasallaje al Rey. Se juntaron todas las piezas parar un régimen constitucional sedimentado en la traición y el engaño. Las aspiraciones republicanas bien sometidas y trinchadas bajo el manto del Reino.
De aquí procede buena parte de la impunidad de los franquistas, de la corrupción, la arbitrariedad de la justicia, el poder de los jerarcas del Estado, la insensibilidad social y democrática que trata a la población con arrogancia aristocrática.
Los amos de estos jerarcas, los banqueros y poderosos, consideran que los pobres y parias no se merecen ni trabajo, y menos si pretenden cobrarlo para vivir como personas.
Algún día habrá que poner luz y airear en tanta podredumbre. Luz social y aire democrático republicano.
* El Ninot de la Falla, acopla el Rey y a Tejero en una misma talla.
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