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Gorra gatita Pussi Hat. |
"Trump no es América, Nosotros somos América",
resumió una oradora entre el ferviente entusiasmo de la multitud de mujeres.
El factor Lisístrata (Λυσιστράτη, "la que disuelve el
ejército")1, obra del comediógrafo griego Aristófanes, en el siglo V aC
(411), planea en el mundo.
El s XXI sitúa a las mujeres entre los movimientos innovadores
cívicos, sociales y democráticos. Está cada vez más claro que la
transformación, la revolución, será con las mujeres o no será.
La @womensmarch, la marcha de las mujeres, ha advertido al
nuevo presidente Trump, que no estaban dispuestas a aceptar unas políticas
misóginas.
La magnitud de las marchas ha generado un nuevo fenómeno que
extiende el movimiento de las mujeres de una manera inédita.
La inmensidad de la @womensmarch aporta una radicalidad
completa en la denuncia mucho más amplia que sobre la misoginia. El movimiento de las
mujeres ha defendido los derechos de las mujeres, como el ariete para asumir
todos los derechos de las minorías, la inmigración, y de todas las capas
sociales incluida la gente más castigada, en general todos los derechos
civiles, en contra el racismo, la xenofobia, el militarismo, conviene decir que
muchos de los agravios son propios del capitalismo.
Las mujeres, las feministas, son las que han reaccionado
ante la caverna que representa Trump, dentro de una globalización incapaz de
resolver la crisis económica.
Es este inicio potente de movimiento lo que ha captado la
esencia de que la competencia económica lleva a un choque destructivo para las
mujeres y para toda la sociedad. Hay tambores de guerra económica y política.
La reacción de México de suspender la cumbre con Trump es ilustrativa.
Magníficas mujeres han hecho unos parlamentos llenos de
contenido cívico y revolucionario. Filósofas, cantantes, actrices, mujeres
trabajadoras de todo tipo, blancas, negras y de las otras minorías, de las
diferentes religiones. Son las mujeres quienes han alertado el mundo del
monstruo que se desata. Son ellas quienes han incluido a los hombres, como
activistas y oradores.
Madonna llamó a "no aceptar esta nueva era de tiranía
en la que no sólo las mujeres están en peligro, sino todas las personas
marginadas" ... "La revolución empieza aquí, esto es el comienzo de
un cambio muy necesario". "No nos conseguirán atemorizar y no nos van
a silenciar", estalló la abogada de derechos civiles Zahra Billoo,
"este es el momento de arremangarnos, de tener valor y salir preparadas
para trabajar"’ prosiguió. La mítica Angela Davis soñó en voz alta con su
radicalidad feminista y afroamericana, señalando el imperialismo como el
sustrato de las políticas y exabruptos de Trump.
La Marcha de las Mujeres se inició y desarrolló desde las redes sociales. Las
gorras de lana de gatita rosas se convierten en el símbolo contra la misoginia
y a favor de los derechos civiles, el pussy hat.
Las herederas de la mítica Lisístrata tienen mucho que decir
y que hacer. Hacemos camino con las mujeres.
Del Boletín electrónico de EUiA.
1 Lisístrata
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