Por decreto ley y negociación secreta con
el PSOE, evitando el debate en el Parlamento, el gobierno del PP ha decidido
aumentar un 8% el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) Pasará de 655
a 707 euros. Siendo un incremento importante, se queda muy lejos de un
salario digno, de las peticiones del propio Congreso de los Diputados y de los
sindicatos y movimientos sociales. Más de 5 millones y medio de personas cobran
el salario mínimo o menos.
El 22 de noviembre, a propuesta de
EnComúPodem, el Congreso había aprobado la petición para que el SMI subiera
hasta 850 euros en el 2018 y hasta 950 en el 2020. En ese debate la ministra
Bañez soltó aquello de que “nadie cobra por debajo de los 655 euros” ¡En qué
mundo vivirá! Posteriormente, una reunión de los sindicatos con el gobierno se
saldó en fracaso por su negativa a negociar. Los sindicatos respondieron con la
convocatoria de manifestaciones el 15 de diciembre y una gran concentración en
Madrid el 18. Y, de pronto, el PP y el PSOE pactan un aumento que, previamente,
el gobierno había rechazado.
Este acuerdo marca la tendencia de esta
legislatura. El PP no tiene mayoría y buscará un acuerdo con el PSOE, y con
Ciudadanos, para imponer sus políticas. La abstención que impusieron los
barones del PSOE no fue un “accidente”, si no una opción de gobernabilidad con
la derecha. La gestora del PSOE presenta este acuerdo como un “éxito” de su
capacidad de negociar, pero lo hace a espaldas de los sindicatos y
convirtiéndose en subsidiario del PP. Lo hace también a cambio de apoyar el
techo de gasto impuesto por Bruselas. Es decir, las políticas de austeridad que
tanto daño han hecho y tantos derechos han recortado.
Continuar con las políticas del PP, aunque
ahora hable de diálogo (no le queda otro remedio) es seguir por el camino del
sufrimiento para los más desfavorecidos. Los salarios siguen siendo bajos; el
PP está vaciando la caja de las pensiones, luego dirá que hay que recortarlas
porque no hay dinero; el empleo precario, y subiendo en el mes de noviembre.
Fiarlo todo a lo que se pueda hacer en el
Parlamento es un camino sin salida. Ahora es la movilización quien puede
empezar a cambiar las cosas. En los convenios colectivos para aumentar los
salarios, en las huelgas para mejorar las condiciones de trabajo, en las
manifestaciones para exigir empleo y acabar con la precariedad. El día 15 se
han convocado manifestaciones en toda España. Tienen que ser masivas y
exigentes. El 18, una marea tiene que ocupar Madrid para que se oiga la voz de
quienes han perdido casi todo y casi todo lo tiene por ganar.
De la Carta de La Aurora.
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