Convicción, crítica, alegría y compromiso. El espacio
diáfano y luminoso de la Fira de Sabadell aportó su granito de arena a las
propuestas de renovación y apertura que se prodigaron. Más de quinientas personas delegadas y de
setecientas con las invitadas. El plenario fue crítico en sus reflexiones y
unitario en su orientación. El entusiasmo de las delegaciones fue creciendo
mientras las más de mil trescientas enmiendas se resumían y acoplaban en los
cuatro ejes que componen el documento político. La labor de las ponencias
participativas y de las comisiones en la misma asamblea fue refrendada por las
votaciones y los aplausos. Fue significativo que el propio plenario acogiera e hiciera
suya una de las enmiendas inocentes que ahondaba en la transparencia: en lo
sucesivo el Consell Nacional es abierto a la afiliación a través de la
retransmisión digital.
Los saludos de las representaciones del Frente de Gauche y
de Syriza elevaron el tono general. Y hubo una fusión completa ante las arengas
de Dempeus, Mujeres de la limpieza de Badalona y de la Plataforma de afectados
por las hipotecas, con su campaña por la ILP contra los desahucios.
Este resultado exitoso concierne a las distintas fases del
proceso asambleario. La primera fase fue con la elaboración de un documento
político de forma participativa, interactiva y abierta. La segunda fase
discurrió en el debate y aportaciones de las asambleas de base. La tercera con
la asamblea plenaria de Sabadell. Después va a seguir con la aplicación de la
orientación establecida, es decir de la actuación política. Es vital para las
asambleas y la afiliación cuidar el espíritu y valores de colectivo plural,
interdisciplinario, participativo y dialógico de consenso logrado.
El consenso en la composición del nuevo Consell Nacional y
de la coordinación fue una guinda que selló el proceso asambleario. La harmonía
se extendió al equipo organizativo y de voluntariado, incluso al bar, de
pequeñas dimensiones pero donde el café era bueno, el precio asequible y con
caras amigas vallesanas.
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