El revolcón electoral a Sarkozy sitúa a Francia como punta
de lanza contra las políticas de austeridad de los señores de las finanzas y de
los mercados. Francia dijo NO al Tratado de la Unión Europea. Ahora el próximo
6 de mayo vuelve la posibilidad de poner en la picota el eje destructor
Merkel-Sarkozy.
Hollande del PSF (28,6 %) ha superado en un punto y medio al
presidente Sarkozy (27 %). Le sigue la extrema derecha de Le Pen (19 %). El
Frente de Izquierdas con J-L Melenchon (PI -socialista de izquierda-, PCF, IU -sectores
del NPA-) doblan (11 %). Los Verdes (2 %), NPA (1,1 %) i LO (0,5 %).
Los poderes económicos dudan de Sarkozy. La burguesía y
derecha francesa corrige hacia la derecha. En la última semana y media han
conseguido remontar unas encuestas negativas y si sumamos votos aún pueden ser
mayoría.
El voto popular y trabajador se vuelve a coger al PSF como
clavo ardiente, pero sin entusiasmo en que el candidato, una vez presidente, sea
capaz de hacer un giro copernicano a las políticas para acogerse a aumentar el
salario mínimo, volver a la jubilación a los 60 años, prohibir los despidos, la
reforma de la fiscalidad, la creación de un eje público bancario y financiero,
la ratificación de cualquier tratado europeo. Al menos así se plantea desde el
Frente de Izquierdas, en sendas declaraciones del PCF y de la Izquierda
Unitaria (IU).
Para derrotar a Sarkozy, y a Le Pen, es vital una mayoría de
la izquierda en torno al candidato PSF, Hollande, en la segunda vuelta
electoral.
El Frente de Izquierdas dispone de dos semanas para
aglutinar el enorme desencanto y desconfianza de la ciudadanía. La extrema
dificultad en conseguir una política de frente unitario amplio de la izquierda
y la extrema izquierda es el talón de Aquiles para la población trabajadora y
joven.
La crisis y la dispersión del NPA forma parte del
desconcierto político. La falta de entendimiento entre el NPA y el Frente de
Izquierdas es unos de los elementos políticos más lamentables. La apuesta del
NPA de "ningún acuerdo con quienes puedan hacer pactos con el PSF",
es decir con el Frente de Izquierdas, está resultando nefasta para el mismo
NPA. El candidato del NPA, el sindicalista metalúrgico de la CGT en la Ford Philippe
Poutou, ha llamado a "estar del lado de aquellas y aquellos que quieren
impedir A Nicolas Sarkozy a hacer un segundo mandato... hace falta votar contra
él". También llama a agruparse y a hacer vivir una fuerza anticapitalista independiente,
para lo cual se dirige al Frente de Izquierdas y a Lucha Obrera (LO).
Para cerrar el paso a la reelección de Sarkozy, para
"votar en contra de él", es necesario decir con claridad que hay que votar
a Hollande del PSF. El tiempo del
potente foco movimentista y anticapitalista del NPA ha pasado de momento. El
centro y eje de gravedad se sitúa en el Frente de Izquierda. La manera de determinar
por la izquierda es con Hollande y, para ello, es necesario que gane en las
elecciones del 6 de mayo a Sarkozy.
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