Primero han saqueado y vaciado las haciendas municipales.
Con la crisis están drenando el fruto del trabajo, bajando los sueldos, con el
fondo de las cinco millones de personas desempleadas que van hacia las seis
millones. Ahora el frente de los Atila políticos y financieros pone sus
sanguijuelas a chupar, y a vaciar, las Autonomías.
Andalucía y Cataluña tienen varias advertencias del gobierno
estatal español. Son alertas de verdaderas amenazas de intervención. Con la
reforma truncada de los Estatutos no es suficiente; como no hay caja, el Estado
pretende meter la zarpa y usurpar allí donde haya algún euro, excepto si es el
bolsillo de los Botín y de las grandes fortunas. Los señores de los mercados y
del dinero están a cobijo del Estado. El Estado es de los mercados. El Estado
es del gran capital y de sus cabecillas. La re-centralización niega la
soberanía democrática de las naciones y los pueblos. Las políticas del PP nos
abocan a la intervención también del propio Estado, en este caso por la parte
de la UE y el Banco Europeo.
El saqueo se enfoca sobre todo a los servicios públicos, a
la seguridad social, la salud, enseñanza, transportes, a las inversiones en
infraestructuras.
Necesitamos un 15 M generalizado. Desde los ayuntamientos, a
las autonomías, de la juventud, el sindicalismo, también de las personas
pensionistas.
El no tocaremos las pensiones ha durado poco, con la medida
del pago de recetas y los re-pagos (co-pagos). Tenemos un presidente mentiroso,
un gobierno mentiroso, y un jefe de estado Rey mentiroso.
La rebelión social ciudadana es una necesidad acuciante.
Pero tiene que estallar. A EUiA necesitamos preparar, abonar el terreno,
insertarse en lo que se mueve, labrar el espíritu unitario y combativo.
Es sintomático que la cacería real matando un animal querido
como es un elefante, y dilapidando el dinero como si fuera aire, ha provocado
un rechazo con el que por primera vez el sentimiento popular se ha apartado y
ha censurado al Rey. Los cambios sociales y los políticos surgen a veces por
donde menos se espera.
Conviene unir fuerzas de todo tipo y condición para frenar y
echar atrás el saqueo. Y necesitamos que la bandera sea en torno a la población
trabajadora, en ningún caso debe ser la de CiU o la del PP. Ni el Pacto Fiscal
de CiU, ni la unión nacional por Repsol del PP, son alternativa.
La alternativa debe surgir de las empresas con el
sindicalismo, de las plazas con la juventud democrático quincemayista, de las
universidades y las escuelas, del sentimiento de libertad nacional, de la
defensa de los derechos sociales y de soberanía democrática.
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