Poner la calle a gobernar · 2
El primer dilema se ha resuelto cortando de un tajo como si
de un nudo gordiano se tratara. No habrá una Andalucía extremadurizada. IU
Andalucía no se votará a sí misma ni permitirá la presidencia de la Junta para
Arenas con gobierno PP.
El debate sobre la investidura se ha orientado a las
condiciones a exigir y a imponer al candidato del PSOE, y a la necesidad de
escrupulosidad democrática en la deliberación y toma de decisiones de las bases
de la afiliación de IU Andalucía. El acuerdo generalizado en IU Andalucía es
blindar la opción que cierra el acceso de Arenas y el PP al gobierno de la
Junta de Andalucía.
El PSOE ha ido aplicando, en sus treinta años de reinado
absoluto, políticas neoliberales de recortes y privatizadoras; medidas que eran
propias y correspondían a los intereses de la derecha, mientras perjudicaban a
la población trabajadora. En muchas poblaciones el PSOE encarnaba lo caciquil.
Desde la Junta se tejió una telaraña clientelar con un reguero de corrupción
que ha erosionado una fiel base social. Sin embargo su extracción social
también le obligaba a mantener un mínimo estímulo a la población trabajadora
modesta, lo cual se ha percibido que se anularía y destruiría con el señorito
representante más directo de los terratenientes que es Arenas y el PP. La ciudadanía electora ha situado por delante los elementos políticos que
representen un claro giro a la izquierda para enfrentarse a la crisis: el
desmantelamiento caciquil y de la corrupción socialista clientelar.
Trinchera autonómica
Movilizar y gobernar
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