18/4/12

Dumbo llora ante las disculpas del rey

El daño en la imagen está hecho. Las disculpas pueden paliar pero no reparar el desprestigio popular de la corona. Dumbo ha de vivir. Para que no vuelva ocurrir esta agresión a la vida de la naturaleza y la desfachatez del despilfarro económico, el rey cazador ha de dimitir de WWF- Adena y abdicar de la corona. La Corona, la Monarquía, la Casa real, es una institución inútil de la que conviene prescindir. La soberanía ciudadana saldrá ganando con ello. Las instituciones republicanas, con todos los representantes públicos elegidos, son la expresión de una soberanía popular.
"Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".
¿Qué siente? ¿que ha matado un Dumbo, que se ha roto la cadera, que le han descubierto, que pone la Corona por los suelos, o tener que esconderse la próxima vez para seguir cazando?
Juan Carlos, el Rey, el Jefe del Estado, no ha dicho "no volveré a cazar", "no volveré a matar a animales tan queridos y en peligro de extinción como son los elefantes", "No volveré a derrochar dinero en verter sangre".
Se puede empezar con transparencia en la Casa Real, en el pago de impuestos de sus componentes, para seguir convirtiéndose todos ellos en unas personas ciudadanas sin privilegios por encima de los demás y de la Constitución. Bono podrá tildar de necios a quienes critican al rey, Ruiz Gallardón señalarlos como irresponsables, el PSOE contentarse con una vergonzantes disculpas en cuyas promesas nadie cree ni sus autores van a cumplir.
La monarquía es un grave error del que hay que separarse.
Cómo escenifica el cuento breve de las marionetas de la fotografía:
!El rey! Corre, Ely, ¡corre!

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