El daño en la imagen está hecho. Las disculpas pueden paliar
pero no reparar el desprestigio popular de la corona. Dumbo ha de vivir. Para
que no vuelva ocurrir esta agresión a la vida de la naturaleza y la desfachatez
del despilfarro económico, el rey cazador ha de dimitir de WWF- Adena y abdicar
de la corona. La Corona, la Monarquía, la Casa real, es una institución inútil
de la que conviene prescindir. La soberanía ciudadana saldrá ganando con ello.
Las instituciones republicanas, con todos los representantes públicos elegidos,
son la expresión de una soberanía popular.
"Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a
ocurrir".
¿Qué siente? ¿que ha matado un Dumbo, que se ha roto la
cadera, que le han descubierto, que pone la Corona por los suelos, o tener que
esconderse la próxima vez para seguir cazando?
Juan Carlos, el Rey, el Jefe del Estado, no ha dicho "no volveré a cazar", "no volveré a matar a animales tan queridos y en peligro de extinción como son los elefantes", "No volveré a derrochar dinero en verter sangre".
Juan Carlos, el Rey, el Jefe del Estado, no ha dicho "no volveré a cazar", "no volveré a matar a animales tan queridos y en peligro de extinción como son los elefantes", "No volveré a derrochar dinero en verter sangre".
Se puede empezar con transparencia en la Casa Real, en el
pago de impuestos de sus componentes, para seguir convirtiéndose todos ellos en
unas personas ciudadanas sin privilegios por encima de los demás y de la
Constitución. Bono podrá tildar de necios a quienes critican al rey, Ruiz
Gallardón señalarlos como irresponsables, el PSOE contentarse con una
vergonzantes disculpas en cuyas promesas nadie cree ni sus autores van a
cumplir.
La monarquía es un grave error del que hay que separarse.
!El rey! Corre, Ely, ¡corre!
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