Patada a los derechos democráticos individuales

Jóvenes criminalizados.

El chivato mayor del Principado catalán, Felip Puig, intenta emular la patada en la puerta del otrora ministro de Interior, JL Corcuera *, del gobierno PSOE de Felipe González.

El PSOE descubrió el discreto encanto de la Guardia Civil (incluso algunos espabilados sus suculentos recursos de reptiles que aún disfrutan) y la abnegación disciplinada del Ejército tildada de fidelidad (a pesar del golpe de Estado de Tejero). Antes habían conocido, tanto el PSOE como el PCE, la bondad, utilidad y compromiso democrático nada menos que del Rey y la Corona, quizás por aquello del “antes roja que rota” del franquismo transmutado después en un “antes monárquica que rota. Eso era cuando Juan Carlos folgaba con prostitutas de lujo financiadas por próceres del integrismo católico y aún no se aireaban y menos estigmatizaban sus cacerías.

CiU, el presidente Mas y su escudero Puig, se deslizan por la pendiente de las medidas que limitan y reprimen los derechos democráticos elementales de la ciudadanía catalana. No tienen ningún pudor en criminalizar de forma indiscriminada. La ética catalanista de los dirigentes y gobernantes de CiU se distancia de las libertades democráticas a golpe de operativo antidisturbios y de la kale borroka legal de los disparos de balas de goma de los Mossos de Esquadra. El vandalismo del poder bendecido por el gobierno autonómico catalán va por tierra, mar y aire.

La página web delatora de Felip Puig y de los mandos policiales es algo más que una chapuza, es el uso de medidas propias de regímenes dictatoriales sin garantías democráticas.

Recortes sociales, Represión indiscriminada, Provocación para-policial, Delación, Eliminación de derechos. Un cóctel indigerible para una Cataluña libre.

De lo que Cataluña, el pueblo y la nación catalana se han de liberar es de esos dirigentes autoritarios i filo-dictatoriales. CiU es cada vez más nociva para la salud laboral y personal, ahora para la salud democrática.

El cierre de la página web delatora que rompe los derechos democráticos es una imprescindible medida democrática a exigir. ¿A qué espera la Fiscalía? ¿Los grupos parlamentarios?

El conceller de Interior Felip Puig, las eminencias policiales que le rodean (con sueldos que pondrían a llorar a las familia de los Mossos de conocer todos sus dispendios), el presidente Mas, han declarado la guerra a la presunción de inocencia, de tal manera que cualquier foto puede condenar a una persona como sospechosa de guerrilla o terrorismo urbano; se difunde una imagen como de un vándalo moderno urbano, sin ninguna consideración a su honorabilidad, a su futuro, a su inocencia. Ya no necesitan pruebas demostrables, sólo indicios aunque sean fabricados de manera chapucera y con malas artes.

La gente joven que ha plantado cara al vandalismo delator de Felip Puig es quien está salvando la dignidad soberana dela ciudanía de Cataluña.

* José Luis Corcuera (Ministro de Interior en 1988 a 1993). Fue penosa en su día la "Ley Corcuera" o "Ley de la patada en la puerta", una polémica ley de Seguridad Ciudadana cuya inspiración se atribuyó. Actualmente la ley (Ley Orgánica 1/92 de 21 de febrero, de protección de la seguridad ciudadana) sigue vigente, si bien el Tribunal Constitucional declaró nulo el apartado segundo de su artículo 21 (Sentencia del Tribunal Constitucional 341/1993, de 18 de noviembre), que dice: A los efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, será causa legítima para la entrada y registro en domicilio por delito flagrante el conocimiento fundado por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que les lleve a la constancia de que se está cometiendo o se acaba de cometer alguno de los delitos que, en materia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, castiga el Código Penal, siempre que la urgente intervención de los agentes sea necesaria para impedir la consumación del delito, la huida del delincuente o la desaparición de los efectos o instrumentos del delito.