De La Carta de LA Aurora. Ahora, Consulta en Cataluña.
La Cataluña popular ha elevado su
capacidad de movilización por las aspiraciones de soberanía y libertad
nacional.
La Vía catalana hacia la Independencia
del 11 de septiembre de 2013 a las 17,14 h
ha enlazado los 400 kilómetros de Norte a Sur a rebosar. En Barcelona la
cadena humana ha llenado las calles. Las cifras dicen 1.600.000 personas
participantes con 30.000 personas voluntarias en la organización.
El éxito ha sido completo, pacífico y
masivo. Es un pueblo que tiene todo el derecho a reivindicar su existencia y
estructuración política como nación diferenciada.
La posibilidad de un cambio político en
Cataluña y en España, que libere de la Monarquía y de la Constitución de 1978,
con sus políticas destructivas de recortes y el gobierno del PP, y de la
hegemonía política de la burguesía catalana en la Autonomía, reside en la
actualidad en esa movilización enmarcada en el lema de la Independencia.
Esta movilización popular ciudadana va incluso
por delante de las decisiones y acción de los partidos. Las tentativas del
presidente Mas con el presidente del gobierno del Estado, Rajoy, de establecer
una negociación que pudiera neutralizar y desactivar la realización de una
Consulta en Cataluña, han sufrido un severo revés. En una encuesta reciente el
80 % de la ciudadanía se muestra favorable a la Consulta, y el porcentaje
dispuesto a votar sí a la independencia ha pasado del 40 al 52 %. La capacidad
de acuerdo unitario entre la población movilizada y la predisposición a una
Consulta, es lo que va a regular el futuro y las opciones políticas en los
próximos meses.
La Asamblea Nacional Catalana es la
Entidad cívica que ha emergido y se ha fortalecido con la manifestación masiva
del 2012 y la actual Vía catalana 2013. Consumada la cadena, la presidenta de la
ANC, Carme Forcadell, ha señalado sin ambages la hoja de ruta a seguir:
"Consulta, pero ahora, no en el 2016, sin dilación. Estado propio.
Consulta en 2014". "Las instituciones deben seguir la aspiración
ciudadana. Hay que cumplir con la Declaración de soberanía del Parlamento
catalán".
La Consulta es ineludible. Es la
población catalana quien tiene que decidir de forma democrática. La población
española tiene todas las de ganar y muy poco a perder defendiendo y estrechando
lazos con este movimiento de soberanía y libertad en Cataluña.
La izquierda trabajadora ha de tomar nota
de este nuevo escenario y situar sus reivindicaciones en el seno del movimiento
cívico nacional. Como han hecho los
sindicatos, CCOO y UGT, las AAVV, las mareas contra los recortes y de
denuncia al sistema financiero.
La alianza entre soberanistas,
independentistas y federalistas necesita avanzar para enlazar a los pueblos
contra la hegemonía de la clase dominante burguesa española y la catalana. La
alianza se ha de basar en la garantía de defender la realización y de acatar el
resultado de la Consulta, incluido si es el de la segregación.
España y Cataluña necesitan unos procesos
constituyentes que abran la vía a unas Repúblicas española, catalana, vasca y
gallega, que decidan libremente el tipo de relación. Una libre federación en la
Península Ibérica y en Europa. 13 de septiembre 2013
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