28/5/11

Las plazas exigen cambios sociales

Las elecciones del 22 M y el movimiento 15 de las plazas es un motivo de atención y reflexión vital; sus conclusiones y las fuerzas en liza pueden permitir esbozar una perspectiva social y política para afrontar la consecuencias de la crisis, y la del sistema social e institucional que la produce, o de una izquierda domesticada y anémica que debe dar paso a un fermento vigoroso y combativo, revolucionario. Adjunto un análisis.

Las plazas exigen cambios sociales

Las urnas reflejan un giro a la derecha

Dos procesos se han mezclado en este proceso electoral municipal y autonómico. La movilización de miles de jóvenes indignados con la crisis económica y con la falta de futuro que les ofrece la actual sociedad y el voto en las urnas el día 22. El resultado de ambos procesos es bastante contradictorio.

Miles de jóvenes ocupan las plazas de muchas ciudades desde el 15 de mayo. Con su protesta no han hecho más que sacar a la luz lo que muchos en este país piensan: que la crisis sólo la están pagando las clases trabajadoras, que los banqueros y los grandes empresarios siguen acumulando beneficios; que los dirigentes políticos son incapaces de tomar medidas contra los más ricos, en realidad parecen más sus lacayos que los representantes de la gente; que la corrupción y los corruptos siguen medrando en las instituciones; que la democracia es muy insuficiente, que hay que cambiar esta sociedad para que las cosas funcionen mejor, para acabar con que unos pocos decidan en la economía y en la política en función de sus intereses y no de la mayoría. Eso han dicho y siguen diciendo los jóvenes indignados de este país.

Pero las urnas han dicho otra cosa bien diferente. El voto de la gente ha otorgado una mayoría aplastante al Partido Popular, al partido de los ricos y los empresarios, contrarios a los servicios públicos, partidarios de privatizar, de los que agitan contra los inmigrantes, de los que recortarían los derechos y libertades. Se mire como se mire, la derecha ha ganado estas elecciones. Tanto a nivel municipal como a nivel autonómico. La mayoría de la gente ha decidido dar su apoyo para que el partido de los ricos pruebe de sacar a este país de la crisis. No es que convenza la derecha, es que la izquierda neoliberal decepciona

Ambos procesos, el de las plazas y el de las urnas, tienen un origen común: el rechazo a las políticas del gobierno Zapatero. Probablemente muchos de los miles de jóvenes que se están movilizando para exigir un mundo mejor son los que participaron en las manifestaciones contra la guerra de Irak en la que nos metió el anterior gobierno del PP y que dieron su apoyo a Zapatero. Ese crédito hace tiempo que lo perdió y especialmente desde que, ante la brutal crisis capitalista, Zapatero decidió implantar las decisiones que impusieron los llamados “mercados”, es decir los banqueros y las grandes multinacionales, y que nos han llevado a la situación actual: 5 millones de parados; precariedad del mundo laboral, recorte de las pensiones y ampliación de la edad para jubilarse, reformas laborales a favor de los empresarios, etc.

Esa política neoliberal también ha encontrado el rechazo de la gente trabajadora. No se puede decir que uno es de izquierdas y aplicar políticas de derechas. Y es el hastío ante esta situación quien ha dado alas a la derecha. El fracaso de las políticas de Zapatero es la base de la victoria del PP. El partido de los ricos no ha vencido por sus propuestas sino por el fracaso del PSOE. Las políticas de la derecha, como ya está demostrando CiU en Catalunya o Esperanza Aguirre en Madrid, serán nuevos ataques a los derechos públicos, a la sanidad y enseñanza pública, nuevas medidas para favorecer a los capitalistas. Eso es lo que representa la victoria del PP.

Izquierda Unida, avance positivo pero insuficiente

Izquierda Unida avanza pero aun débilmente para lo que ha representado el hundimiento del PSOE. En el conjunto de las elecciones autonómicas ha sumado 18.153 votos más y un aumento total de 4 diputados. (Suma 3 más en Aragón, 1 en Castilla y León, 3 en Extremadura, 2 en Madrid y 1 en Navarra, pero pierde 4 en Baleares y 2 en el País Valenciano)

En cuanto a las municipales, ha sumado 190.829 votos más que en 2007, y pasa de tener 2.485 concejales a 2.628, 143 más. Se han logrado 58 alcaldías con mayorías absolutas y 53 con mayorías relativas, aunque se ha perdido Córdoba.

En una situación de crisis como la actual, con el hundimiento electoral del PSOE, con un sector de la juventud movilizada en las plazas de España, hay que tener en cuenta ese avance como base para generar una alternativa más amplia y más incrustada en las exigencias de la gente trabajadora y la juventud. La izquierda social y política está sometida a una trituradora de la que le cuesta salir con sus actuales bagajes. Es el momento de reforzar la lucha por la refundación/refundición/renovación del conjunto de la izquierda. Es hora de realizar un amplio esfuerzo para reconstruir y reconstituir la izquierda sobre nuevas bases. No se trata de defender aquello que ya haremos de suyo: evitar que las alcaldías caigan en manos del PP y de la derecha. Tampoco se trata simplemente de hablar con movimientos y actores sociales y tomar tal o cual cosa de sus propuestas. Se trata de organizar, de lanzar un proceso constituyente, que invite a crear algo nuevo y que usemos nuestra fuerza institucional ganada y nuestras asambleas como parte fundamental al servicio de ese proyecto que regenere la izquierda.

Las acampadas en las plazas han servido en la campaña para que mucha gente hable de política y ha sido y va seguir siendo un referente obligado. Inevitablemente, una parte de ese proceso de reorganización que reclamamos debe pasar por la acampada. Debemos proponer, con prudencia, con educación, con modestia, pero con tenacidad que ese descontento conecte con la política y alimente masivamente, aunque ya sabemos que no lo hará exclusivamente, las venas de las principales entidades sindicales, asociativas, oenegísticas, vecinales. Así, el volcán lanzará su energía a favor de la renovación de la izquierda y no sólo al aire.

Es decir, se trata de luchar conscientemente para que converjan dos procesos: el de la izquierda consecuente y el proceso de evolución política, de coordinación y elaboración de nuevas ideas, propuestas y formas democráticas de hacer la política del movimiento de acampadas, se mezcle y confluya en un nuevo marco político y de organización de las izquierdas.

Mención especial por su importancia política merecen los resultados de Bildu. Primero prohibieron Sortu, luego lo intentaron con Bildu. Ahí están los resultados. Segunda fuerza política en Euskadi, primera en San Sebastián, el partido con más concejales, 74 alcaldías y 22 mayorías simples. El proceso para lograr una solución democrática en Euskadi pasa por el reconocimiento pleno y la legalización del independentismo vasco.

Las elecciones en Madrid

Siendo Sol y su acampada referente en todo el territorio, el panorama electoral madrileño ha sido la expresión viva de la desconexión entre la izquierda política y esa parte de población que simbolizada en la plaza quiere girar hacia la izquierda y sale a la calle reclamando más y mejor izquierda. De los 2.287 concejales y 179 alcaldes en juego, el PP consigue 1.188 (+118) concejales que le deparan 106 alcaldías por mayoría absoluta y 38 relativa gracias al 1.447.835 cosechados. Por su parte El PSM-PSOE recoge los peores resultados de la historia, 725.306 votos y 539 concejales (-125). IU que sube en casi 66 mil votos, alcanza 175 concejalías (+46) y mantiene sus principales bastiones (Rivas y San Fernando), a pesar de ello queda muy lejos de recuperar los más de 200 mil votos perdidos por los socialistas. Por último, UPD logra 64 concejalías y algo más de 200 mil votos.

El panorama en la Asamblea de Madrid no es mejor, al contrario. El PP incrementa su mayoría en 5 diputados y tendrá 67 en una Cámara de 129. El PSOE pasa de 42 a 36 (-6). IU sube de 11 a 13 (+2) y UPD irrumpe con fuerza pasando de 0 a 8.

A los demoledores datos electorales de la izquierda en la asamblea y en la Comunidad, hay que sumarle su significado, la pérdida de la inmensa mayoría de importantes bastiones que eran una cierta barrera de contención ante el neoliberalismo extremo y mantenían una base poblacional importante en el campo de la izquierda, el llamado Cinturón Rojo. Hoy, simplemente, ese cinturón ya no existe

En Catalunya

Catalunya presenta algunos trazos diferentes. El PSC pierde por primera vez una elecciones municipales (778.042 votos CiU por 721.443 el PSC). A diferencia del resto del Estado, la izquierda suma más votos que la derecha (PSC+ICV-EUiA+ERC+CUP+CAV suman 1.220.925 votos por los 1.176.709 de CIU, PP, C’S i PxC).

A pesar de la marea conservadora, ha habido más votos a la izquierda, especialmente en el área metropolitana. La izquierda pierde 399.614 votos respecto a las anteriores municipales, de los cuales unos 250.000 han ido a la abstención.

La derecha suma 156.349 votos más respecto a hace cuatro años, pero “ojo al dato”, pierde 511.147 en relación a la autonómicas de hace sólo seis meses, especialmente relevante es que CiU ha perdido 419.968 votos, el PP 20.464, Ciudadanos 70.715 i PxC 9.416. Por el contrario el PSC ha recuperado 151.082 votos, ERC 39.518, ICV-EUiA 11.933, sumados son 202.533.

Se consolida el giro a la derecha representada mayoritariamente por CiU, básicamente por la pérdida de Barcelona y ciudades como Mataró, Igualada, Vilanova, Vilafanca, Manres. El PP sube 80.000 y más de 200 concejales. Logra la mayoría en Badalona, la tercera ciudad de Catalunya, con una campaña nítidamente xenófoba y racista. Será su as en la manga en los pactos que entre CiU y PP se darán, unos pactos que supondrán un cambio profundo del mapa político catalán. Ciudadanos queda reducido a la casi marginalidad con el 1,2% de los votos y por detrás de la Plataforma per Catalunya (PxC) –una organización de extrema derecha cuyo ideario es contra la inmigración y descaradamente racista en los barrios donde la crisis y el paro están más presentes- que logra 65.000 votos y 67 regidores representación en municipios de la región metropolitana (aunque sacando menos del 0,6 en Barcelona).

ERC ha sufrido un descalabro aún mayor en relación a su peso en los municipios. Una buena parte de su electorado no ha digerido nada bien el “fichaje” de Joan Laporta, percibido como alguien ajeno a los valores progresistas.

La Candidaturas de Unidad Popular (CUP), que ya tenían cierta consolidación en algunas poblaciones, han dado un salto importante, sustituyendo en algunas ciudades a ERC, como en Girona. Sus más de 62.000 votos y 101 concejales se sitúan en la izquierda independentista combativa, igual que las CAV, candidaturas de la comarca del Vallès que también han crecido hasta los 15.000 votos y 16 concejales. Estas dos formaciones muestran que en un cuadro de retroceso de la izquierda hay ejemplos de acumulación de fuerzas, necesarios para la confluencia y unidad de acción en la movilización social y política.

ICV-EUiA ha cosechado unos resultados que la consolidan a la izquierda del PSC, ha aumentado en Barcelona con una campaña situada claramente en la izquierda y contra las políticas de recortes sociales del gobierno de Artur Mas. Ha mantenido El Prat y recuperando algunas localidades como Sant Feliu, Santa Perpètua, Montornés, Cubelles… No ha logrado atraer el voto desencantado del PSC, todavía… pero la campaña la sitúa como una herramienta útil a favor de los más desfavorecidos y de las capas populares.

Ahora empieza el momento decisivo de los pactos, hay que consolidar gobiernos con programas de izquierda y cerrar el paso a la derecha. Llegar a acuerdos con CiU siempre ha dado a la larga unos resultados nefastos. Es decisivo convertir en útiles y coherentes los votos de la ciudadanía, tiene que notarse en las políticas municipales.

El 14 de mayo más de 200 organizaciones, con CCOO y UGT a la cabeza, sacaron a la calle decenas de miles personas contra los recortes en la sanidad, educación, servicios sociales… son el reflejo de decenas de pequeñas luchas diarias. El 15 de mayo más de 15.000 manifestantes en Barcelona convocados por “democracia real ya” inician, junto a decenas de ciudades, las acampadas que se multiplican. El descrédito de la política profesional, la crisis provocada por el capitalismo, la necesidad de ser protagonistas del futuro han aunado a decenas de miles en todo el Estado… y provocando una espectacular atención mediática a favor y en contra.

¿Cómo hubieran sido las elecciones sin estas movilizaciones? Sin duda peor para la izquierda. Es cierto que el “tsunami” que supuso las elecciones al Parlament era difícil de superar en sólo seis meses, pero las luchas han empezado a poner en duda la legitimidad de CiU para seguir con sus ataques a los derechos sociales y sus políticas de beneficio para las empresas y las grandes fortunas.

En Euskadi

El mapa político en el País Vasco ha cambiado radicalmente. A diferencia del resto del Estado ha sido Bildu, la confluencia de diversas tendencias del nacionalismo de izquierdas vasco, quien ha cosechado el avance más espectacular. El 25% de los votantes le han dado su apoyo. En 74 pueblos tiene mayoría absoluta. Es el primer partido en la provincia de Guipúzcoa y en la ciudad de San Sebastián. Toma un nuevo impulso la lucha por la paz, por el derecho a decidir de los vascos, por la legalización plena de los partidos y las medidas políticas y legales que permitan el acercamiento de los presos. Por el contrario, Ezker Batua ha tenido un retroceso importante. Ha perdido más de 32.000 votos y se ha quedado con sólo 13 concejales.

El intento de seguir apartando a Bildu de la vida política, mediante un acuerdo entre PNV, PSE-PSOE y PP para excluirla de los gobiernos municipales y la Diputación de Guipúzcoa, exige la confluencia de independentistas y federalistas para que se pueda cumplir la voluntad del pueblo.

Partido Obrero Revolucionario (Cuarta Internacional). 25 mayo 2011.

2 comentarios:

  1. Un análisis perfecto.
    Saludos

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  2. A luchar, a parar los pies a la derecha, y las manos con las políticas de derechas, vengan de donde vengan.

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