21/2/12

Y ahora qué?

La respuesta masiva de gente trabajadora y ciudadanía indignada ha mostrado la necesidad política de la convocatoria sindical. NO a la reforma laboral. Injusta. Ineficaz. Inútil.
Y ahora qué? La cuestión en el imaginario colectivo va en el sentido de cómo se continua para echar atrás esta contrarreforma del gobierno PP, con el apoyo entusiasta del gobierno CiU. En cambio Rajoy se enroca en el Congreso PP de Sevilla. Como lo moveremos y frenaremos su involución? Este año el asunto se sitúa en el qué se pretende y se puede conseguir, qué fuerza de imposición puede conseguir preparar una nueva huelga general y qué plataforma unitaria se establece.
Las directivas sindicales plantean movilización creciente e inclusiva si no hay rectificación gubernamental.
Necesitamos un plan de acción para la movilización creciente y para involucrar a todos los segmentos sociales con la incorporación de la simpatía, connivencia y movilización ciudadana.
A los 59 días del gobierno PP, 57 ciudades han visto emerger una fuerza trabajadora dispuesta a movilizarse por sus derechos laborales y sociales. Y hay perspectiva de lucha. Habrá lucha y movilización, además con los sindicatos completamente involucrados y promoviéndola.
Estas manifestaciones han dado el do de pecho. No han sido como las de diciembre de 2009 que desvanecieron la necesidad de un crescendo después de la huelga general de septiembre.
Para una movilización creciente falta un organismo unitario que encabece y haga de referente de las necesidades y reivindicaciones que movilizan. Se necesita un bloque o frente o plataforma en el sentido que apuntaban los sindicatos. Una plataforma o similar con contenido unitario sindical, social, político y ciudadano, donde confluyan diferentes componentes, como las vecinales, estudiantes, indignación 15 M, juventud, inmigración y, hay que hacer mención y atención, para la relación con las más de cinco millones de personas desempleadas.
Un tipo de bloque o frente o acuerdo unitario es vital para afrontar la movilización y poner en la picota la involución de la contrarreforma. No es nada fácil. Pero es necesario ponerse a fondo en ello. Una plataforma, como algo más amplio en todos los aspectos de la plataforma contra los recortes.
Ni EUiA, ni IU, ni la Coalición de las trece organizaciones con el Grupo parlamentario de la Izquierda Plural son aún alternativa política. Tampoco lo es por un buen tiempo el derrotado PSOE de Rubalcaba ni el PSC. Necesitamos una nueva entidad o entendimiento unitario para encabezar la rebelión sindical, social y ciudadana en torno al sindicalismo y la movilización. El proceso asambleario EUiA6a podría vertebrarse en torno a la perspectiva de movilización potente contra el PP en el gobierno del Estado y CiU en el gobierno autonómico.

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