La respuesta masiva de gente trabajadora y ciudadanía
indignada ha mostrado la necesidad política de la convocatoria sindical. NO a
la reforma laboral. Injusta. Ineficaz. Inútil.
Y ahora qué? La cuestión en el imaginario colectivo va en el
sentido de cómo se continua para echar atrás esta contrarreforma del gobierno
PP, con el apoyo entusiasta del gobierno CiU. En cambio Rajoy se enroca en el
Congreso PP de Sevilla. Como lo moveremos y frenaremos su involución? Este año
el asunto se sitúa en el qué se pretende y se puede conseguir, qué fuerza de
imposición puede conseguir preparar una nueva huelga general y qué plataforma
unitaria se establece.
Las directivas sindicales plantean movilización creciente e
inclusiva si no hay rectificación gubernamental.
Necesitamos un plan de acción para la movilización creciente
y para involucrar a todos los segmentos sociales con la incorporación de la
simpatía, connivencia y movilización ciudadana.
A los 59 días del gobierno PP, 57 ciudades han visto emerger
una fuerza trabajadora dispuesta a movilizarse por sus derechos laborales y sociales.
Y hay perspectiva de lucha. Habrá lucha y movilización, además con los
sindicatos completamente involucrados y promoviéndola.
Estas manifestaciones han dado el do de pecho. No han sido
como las de diciembre de 2009 que desvanecieron la necesidad de un crescendo
después de la huelga general de septiembre.
Para una movilización creciente falta un organismo unitario
que encabece y haga de referente de las necesidades y reivindicaciones que
movilizan. Se necesita un bloque o frente o plataforma en el sentido que
apuntaban los sindicatos. Una plataforma o similar con contenido unitario
sindical, social, político y ciudadano, donde confluyan diferentes componentes,
como las vecinales, estudiantes, indignación 15 M, juventud, inmigración y, hay
que hacer mención y atención, para la relación con las más de cinco millones de
personas desempleadas.
Un tipo de bloque o frente o acuerdo unitario es vital para
afrontar la movilización y poner en la picota la involución de la
contrarreforma. No es nada fácil. Pero es necesario ponerse a fondo en ello.
Una plataforma, como algo más amplio en todos los aspectos de la plataforma
contra los recortes.
Ni EUiA, ni IU, ni la Coalición de las trece organizaciones
con el Grupo parlamentario de la Izquierda Plural son aún alternativa política.
Tampoco lo es por un buen tiempo el derrotado PSOE de Rubalcaba ni el PSC.
Necesitamos una nueva entidad o entendimiento unitario para encabezar la
rebelión sindical, social y ciudadana en torno al sindicalismo y la
movilización. El proceso asambleario EUiA6a podría vertebrarse en torno a la
perspectiva de movilización potente contra el PP en el gobierno del Estado y
CiU en el gobierno autonómico.
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