Las porras de la violencia policial tuvieron que frenar su
agresión ante la masividad de los libros en la manifestación de Valencia,
acompañada de la solidaridad estudiantil y ciudadana en multitud de ciudades y
poblaciones en todo el Estado.
Son síntomas de rebeldía frente al poder absoluto de la
derecha y del PP, acompañado de CiU en Cataluña.
El PP ganó las elecciones. Pero el PP no resuelve la crisis
ni puede contenerla. Al revés, va a recrudecer la dureza de la crisis contra la
población trabajadora como lo demuestra en la contrarreforma laboral. Habrá más
gente en el paro, mayor miseria. Y los síntomas tipo Valencia, tipo las grandes
manifestaciones de 19 F, muestran que hay disposición de lucha en capas más
amplias de la población.
El terror que atenaza ante la brutalidad de la crisis y de
las políticas patronales y gubernamentales no es absoluto, habrá lucha. Habrá
Lluís Vives. Planificar la movilización creciente y sostenida según proclama
sindical necesita una referencia política y ciudadana, un ente que abandere la
movilización contra los recortes del PP, de las grandes finanzas y de la UE.
El gesto de las personas diputadas del Grupo parlamentario
de la Izquierda Plural ha dado en el clavo. La persistencia de las
manifestaciones valencianas han tenido su eco en el Parlamento. Este sencillo gesto
de los papelitos "Valencia. Yo también soy el enemigo" ha introducido
algo de la calle. Las pancartas de la izquierda han denunciado la brutalidad
policial y dignificado a la gente joven agredida. La mayoría absoluto electoral
y parlamentaria del PP no acallará las protestas y la lucha. El PP tendrá que
contar que su enemigo no le va a permitir seguir en el poder cuarenta años.
http://www.youtube.com/watch?v=SjFIDoCCqYw&feature=colike
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