Veinticinco años desde la formación de Iniciativa per
Catalunya (i). Promovida por el PSUC con el PCC y la Entesa de los
Nacionalistas de Izquierda, con la participación de personas no adscritas a
estos partidos. Iniciativa reflejó el proceso de Convocatoria por Andalucía que
desembocó en la configuración de Izquierda Unida en el Estado.
En la actualidad i de Iniciativa se ha rejuvenecido en la
dirección, ha conseguido unos buenos votos con EUiA e IU, en cambio está
agotada y desgastada en su base social y activista de característica poco
joven.
La i se junta con la e de EUiA, además de la IU en el Estado.
Ha sido imprescindible para conseguir un resultado digno. Un trampolín
representativo que permite esbozar nuevas perspectivas y retos positivos,
alentadores por los nuevos tiempos difíciles de crisis.
Las izquierdas que hacen de sus colores un elemento
identitario perverso, como dardos envenenados, tenemos un reto vital. Ni más ni
menos que entroncar y formar parte del nuevo tiempo social, sindical, político
y ciudadano, que pugna por emerger a pesar de la crisis, el PP y CiU, o mejor dicho
para hacer frente a la crisis y al poder económico y político forjando una
alternativa desde la raíz social.
La i i la e, el verde y el rojo, el socialismo, el
comunismo, el ecologismo, deben cambiar profundamente para superar el autismo
que los aísla de la realidad social lacerante, desafecta de la política al uso.
La gente trabajadora y la juventud miran con total desconfianza y quedan
excluidos de las instituciones políticas, patronales y gubernamentales, no
aceptan las incoherencias políticas de unas izquierdas que cuando prueban el
elixir institucional enloquecen; las personas electas se olvidan de sus
orígenes, hasta el punto que cuando palpan unas migajas de poder se ponen a
hacer conciliaciones, concesiones y pactos de país y nacionales para un bien
general, que a la postre resulta ser el de los que mandan en los mercados. Las
experiencias gestoras gubernamentales de las izquierdas están trufadas de
obediencia debida, de acatamientos, de evitar la movilización popular y
someterse a las alfombras, a educadas negociaciones de despacho y reglamentos
con la derecha hegemónica nacional catalana y estatal española. En el cuerpo
social se provoca rechazo, falta de credibilidad, desencanto y debilidad.
Una izquierda con perspectiva de futuro necesita una fuerte
dosis crítica para digerir y transmutarse en función de las tres grandes
movilizaciones de impacto decisivo de estos años.
La movilización y huelga general del 19 de septiembre de
2009 por los derechos laborales, la inmensa manifestación del 10 de julio de
2010 por Somos una nación y Nosotros decidimos, y la magnífica indignación de
rebeldía asamblearia, joven y ciudadana del 15 M de 2011 por la regeneración
democrática participativa real. Hay que abrir los ojos y ponerse de lleno manos
a la obra.
La coalición ICV-EUiA, la i más la e, ha periclitado en
sentido histórico político. La coalición ha conseguido unos votos muy positivos
al tiempo que se ha quedado obsoleta. La coalición técnica de Iniciativa y la
coalición política non nata de EUiA ha de dar paso a otra opción política y
electoral, tanto para sostener el apoyo conseguido, como para no estallar por
la desigualdad sustancial que amplifica las contradicciones y los agravios,
como para iniciar una realidad adecuada a las necesidades actuales.
Para avanzar, ICV y EUiA, se han de expurgar con espíritu
constructivo y crítico, con las lecciones sobre el reformismo policiaco en
Interior, que pusieron a la coalición a los pies de las porras de los Mossos
d'Esquadra de Delort; se ha de hacer el ejercicio crítico sobre una gestión
gubernamental incoherente, lastrada por la hegemonía política socialderechizada
del PSC; hay que redimir la izquierda de haber iniciado la secuencia de
recortes parlamentarias (5% en la Administración pública), también se ha de situar
en vena crítica la autocensura al derecho a la autodeterminación en el Estatuto,
con la incapacidad desde el gobierno para aprovechar los mecanismos del poder
político, por lo menos para fomentar conciencia social y movilización ciudadana
popular.
Estos pecados originales se han de superar injertando las
cepas y las raíces del movimiento de izquierdas de cómo la población
trabajadora vive la representación y la gestión de las izquierdas.
El programa de acción política y movilización social
ciudadana, sino somos ciegos, nos viene dado: a) Defensa necesidades, derechos,
servicios sociales y laborales y públicos, frente a la crisis, de las políticas
de recortes y de contrarreforma involutiva general; b ) Somos una Nación,
Nosotros decidimos, derecho a la autodeterminación con Consulta ciudadanía
vinculante para la libertad de Cataluña; d) Regeneración democrática
participativa, con la incorporación de la denuncia de la gente joven contra los
privilegios de los partidos políticos institucionales, adaptados y mansos con
el poder político y económico.
Hemos de superar la confusión de la sopa de siglas; de las
izquierdas y las derechas. Diversidad en la unidad. Hemos de abrir una
perspectiva de confluencia con el sindicalismo activo, el nacionalismo de
izquierdas autodeterminacionista, y la indignación rebelde juvenil quinzemayista.
La 6ª Asamblea #EUiA6a inicia un innovador proceso abierto, participativo, transparente e interactivo. Es una buena base para construir colectividad, equipos compartidos, paritarios y colegiados, desde la base del diálogo y el consenso. Es un reto importante para hacer camino con un proceso constituyente de nueva izquierda catalana, unitaria y diversa.
La 6ª Asamblea #EUiA6a inicia un innovador proceso abierto, participativo, transparente e interactivo. Es una buena base para construir colectividad, equipos compartidos, paritarios y colegiados, desde la base del diálogo y el consenso. Es un reto importante para hacer camino con un proceso constituyente de nueva izquierda catalana, unitaria y diversa.
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