Giro a la derecha gubernamental con Rubalcaba y Salgado.

Del talante ZP, a la austeridad de Salgado, a la mano dura y alianzas con la derecha vasca y catalana de Rubalcaba.

En este gobierno la Vicepresidencia Primera y Portavoz, Rubalcaba; Presidencia, Jáuregui ; Trabajo, Valeriano Gómez; Exteriores, Trinidad Jiménez; Medio Ambiente, Rosa Aguilar; Sanidad, Leire Pajín. Desaparecen Igualdad y Vivienda. Salen del Gobierno Mª Teresa Fernández de la Vega, Moratinos, Espinosa, Bibiana Aído, Corredor.

La remodelación gubernamental eleva a Rubalcaba en el hombre fuerte de las políticas de ajuste y privatizadoras, con el endurecimiento de la Ley de partidos y la restricción a los procesos democráticos en Euskadi y Cataluña. Rubalcaba encabeza un proyecto PSOE-PNV-CiU-Mercados para estabilizar la situación política y social, transitar en la crisis económica sin mermar los intereses de los grandes poderes económicos, intentar domesticar las ansias de libertad vascas y catalanas, y neutralizar o derrotar a los sindicatos para someter la conflictividad social a y la población trabajadora. Eso sí, con algunos guiños a izquierda con Valeriano Gómez procedente de la UGT y participante en la manifestación de la huelga general, o con Rosa Aguilar, antes alcaldesa de Córdoba de IU (se alejó de IU para ingresar en el gobierno de Andalucía).

El gobierno se vuelca a su derecha como consecuencia de la Huelga General del 29 S, de la interiorización de los resultados de las primarias del PSOE de Madrid en las que ganó Tomás y perdió Trinidad Jiménez (candidata de Zapatero y del gobierno), y también del pacto para los Presupuestos con el PNV. Colea aún la gran manifestación en Cataluña contra el recorte del Estatut y la reivindicación como Nación y a poder decidir.

En vez de rectificación en la Reforma laboral tenemos reforma gubernamental, con un pacto parlamentario con la derecha nacionalista.

Zapatero anunció estabilidad parlamentaria hasta el final de legislatura con el pacto presupuestario con el PNV, pero el siguiente precio es el cambio gubernamental. La estabilidad parlamentaria va a estar confrontada con la conflictividad social.

Los Sindicatos han anunciado movilizaciones en forma de manifestaciones y de una ILP. Manos a la obra en ello. Masivas manifestaciones y debate amplio sobre su continuidad para poner en jaque a este gobierno. Con la atención puesta en la experiencia francesa y su proceso de huelgas generales. El éxito que hubo con la Huelga General del 29 S necesita la movilización desde cada empresa y la general suficiente para obligar al nuevo gobierno a la rectificación. Los motores se han de mantener en activo y sin enfriar. La confianza en los sindicatos y en la movilización avanzará con la capacidad en conseguir las demandas.