De SinPermiso. Joan Josep Nuet Pujals · Francesc Matas Salla
10/09/12
Este 11 de septiembre en Catalunya tendrá una repercusión
especial. Un verdadero movimiento surgido desde abajo se manifestará para
exigir la independencia. Es un cambio cualitativo en la exigencia de los
derechos nacionales. Es el resultado de la acumulación de diferentes procesos
sociales: la decepción del Estatut, que después de aprobado por el Parlament
fue recortado por las Cortes españolas, y que tuvo como respuesta la
impresionante manifestación de julio de 2010. Posteriormente se desarrollaron
referéndums por la independencia que tuvieron una gran repercusión a nivel
municipal y, finalmente, la constitución de la Asamblea Nacional Catalana (1),
que ha convocado la manifestación este 11 de septiembre.
La crisis en Catalunya tiene diferentes expresiones. La
principal está enmarcada en la crisis del euro, en el más que previsible
rescate del Reino de España y las repercusiones que tendrá para el conjunto de
la población. Una crisis europea que amenaza derechos y conquistas de las
clases trabajadoras, a la que se está respondiendo mediante la movilización y
resultados electorales hacia la izquierda.
Esta crisis tiene una particularidad catalana, se trata de
la lucha por todos los derechos nacionales, el derecho a decidir como pueblo, a
decidir sin intromisiones ni imposiciones cual es el futuro que se desea. Los
agravios, los continuos intentos de recentralizar el Estado, el convencimiento
de que Catalunya da más de lo que recibe… han ido generando un sentimiento de
que las políticas de los gobiernos del Estado han sido perniciosas para
Catalunya. El fracaso de los intentos de establecer nuevas normas y relaciones,
en particular con el nuevo Estatut, ha ido reforzando el sentimiento de que
poco o nada se puede esperar de los actuales gobernantes del Reino de España.
En el terreno económico la situación es límite, ya que la
Generalitat ha tenido que pedir su rescate al Estado español, y que está
representando un recorte brutal de derechos en sanidad, educación, derechos
sociales, etc.
Ambos problemas, los nacionales y los sociales, están
relacionados. Evidentemente, al gobierno de CiU no le interesa relacionarlos e
incluso hace trampa sobre ellos. El gobierno Mas, aventajado ejecutor de las
políticas más neoliberales, hasta se ha adelantado al gobierno Rajoy en la
aplicación de los más duros recortes en todo lo que tiene que ver con lo
público. Tales medidas están llevando a Catalunya a un retroceso social enorme
y a la miseria de miles de ciudadanos y ciudadanas. Y, además, como era
evidente, esta política ni siquiera sirve para recaudar más. El gobierno Mas,
que solo en palabras dice defender Catalunya, ha tenido que pedir el rescate a
Rajoy.
Convergencia hace trampa cuando pretende presentar los
recortes y su política antisocial como resultado de las deudas y retrasos de
los pagos del Estado. No tenemos ninguna duda del déficit fiscal del Estado
respecto a Catalunya. No tenemos ninguna duda de que el gobierno de Madrid retrasa
los pagos que legalmente debe a Catalunya y que, por lo tanto, se necesita un
cambio en las relaciones entre Catalunya y el Estado. Pero, en manos de CiU,
eso se convierte en un cheque en blanco para gestionar los intereses de
Catalunya en beneficio de los más ricos, de lo privado en vez de lo público, o
incluso en propuestas de economía especulativa, tipo Eurovegas, en vez de
invertir en la economía productiva.
Es lo que la burguesía catalana ha venido haciendo en los
últimos decenios. Se le llena la boca con palabras sobre Catalunya pero ha ido
pactando con el gobierno de turno de Madrid o ha buscado alianzas con el PP
para aplicar las políticas más antisociales. Valga como ejemplo que gobierna en
Catalunya con el apoyo del PP y que leyes tan retrógradas como la reforma
laboral fue votada por CiU. En esto hay algo que no cuadra, por un lado se
habla de independencia y por el otro se pacta con el PP. Otra vez utiliza la
legítima aspiración del pueblo catalán a decidir su futuro para intentar sacar
réditos particulares.
Y, sin embargo, la amplitud y profundidad del movimiento, la
prevista masividad de la manifestación de este 11 de septiembre está
modificando algunas cosas. Dirigentes de la ANC y algunos sectores de CiU han
declarado que las cosas no pueden ser como antes que exigirán “un paso
adelante”. Los socialistas están divididos entre quienes consideran que hay que
participar en este movimiento del pueblo y quienes siguen resistiéndose a
reconocer las particularidades nacionales de Catalunya. Otros, como ERC,
tantean un acercamiento a CiU para ofrecerse como aliado de recambio del
PP.
Desde la izquierda política y social también se ha
reaccionado. Tanto Iniciativa per Catalunya (ICV) como Esquerra Unida i
Alternativa (EUiA) han convocado a participar. Los sindicatos CCOO y UGT apoyan
la manifestación. La Plataforma que ha convocado las manifestaciones contra los
recortes del gobierno CiU llama también a participar porque “quiere decidir
sobre una Catalunya social”. En el Manifiesto que han publicado declaran: “ Las
organizaciones sociales que formamos la Plataforma Prou Retallades aspiramos a
una Catalunya que, más allá de la identidad nacional y territorial, sea
reconocida y avalada por el bienestar en que vive su ciudadanía. Esta es nuestra
máxima aspiración: educación, salud y servicios sociales, pilares básicos del
Estado del Bienestar, universales y de calidad. Queremos una Catalunya rica y
plena (de la letra de Els Segadors, himno de Catalunya) Pero rica para todos y
no sólo para unos cuantos. Y con nuestras aspiraciones nacionales plenamente
desarrolladas. Para nosotros, el binomio “avance social y nacional” es
inseparable”.
Para avanzar en esa dirección también se necesita la
confluencia de las izquierdas catalanas. Una confluencia entre diferentes
sectores, independentistas, soberanistas, federalistas… que ofrezca
alternativas nacionales y sociales para el conjunto del pueblo, un paso
adelante en lo que ya se está popularizando como la necesidad de conformar una
Syriza catalana. Lo que antes parecía difícil la crisis actual lo pone a la
orden del día. Un ejemplo es el acuerdo entre Anova y Esquerda Unida en Galicia
o como las relaciones iniciadas entre EUiA y las CUP (Candidaturas de Unidad
Popular, con presencia en numerosos municipios catalanes).
La manifestación tendrá repercusiones sociales y políticas.
Lo que está por jugar es en que dirección irán. El derecho a decidir está en el
centro de la situación política. Hay que reunir la mayoría social necesaria
para que democráticamente en referéndum el pueblo catalán pueda decidir sobre
su futuro, entre ser independiente o establecer una estado federal con el resto
de pueblos del Estado español. Y tiene derecho a decidir sobre el contenido
social de la Catalunya del futuro, que no puede ser la de los recortes y el
debilitamiento de las conquistas sociales.
NOTA: (1) La ANC se constituyó formalmente el pasado 10 de
marzo en un acto en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Antes del verano se
habían formado organismos de la ANC en 269 municipios de Catalunya. Su objetivo
es presionar para la celebración de un referéndum por la independencia en el
2014 y que el Parlamento de Catalunya se pronuncie en consecuencia proclamando
un Estado e iniciando negociaciones con la Unión Europea para obtener su
reconocimiento.
Joan Josep Nuet Pujals es diputado en las Cortes de Madrid y
coordinador de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA). Francesc Matas Salla es conseller
de acción política de EUiA.
www.sinpermiso.info,
9 septiembre 2012
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