Si no hay movilización, un gobierno de las izquierdas se queda a lo sumo en rehén... de la hegemonía general fáctica de la derecha.
La esencia de la izquierda es forjar camino trabajador/a, futuro social.
Una izquierda adaptada, meliflua, gestora de políticas de derechas, no engendra soluciones de izquierda, lo que contribuye es a desanimar y desmovilizar a la ciudadanía trabajadora y popular.
Los gobiernos no son un clavo ardiente para resistir la hegemonía derechista. O hay movilización, lucha, propuesta real de izquierdas, o no hay gobierno que valga. En todo caso chantaje en la conciencia con el “viene el lobo” (y lo siento pues me gustan mucho los lobos y los linces). Esto viene a cuento tanto
No quiero la derecha ni en pintura,
Muchas veces ese adaptarse o pacto, se justifica en la necesidad del mal menor, o en los beneficios secundarios para la gente, e incluso para la organización que pacta. Es cierto que es una cuestión en parte concreta y en parte de principios básicos. Generalizaciones banales pueden resultar bochornosas,
La orientación de “soluciones de izquierdas” nos obliga a cambiar el rumbo de la política y, desde IU, EUiA, EBB, poner en marcha el proceso de una refundación para una izquierda combativa y unitaria.
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