Los Mossos d'Esquadra acusan al jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Xavier Vilaró, de mentir e inventarse que la policía autonómica le disparase una pelota de goma que le produjo graves heridas (30 de junio de 2008 en la Eurocopa) y la extirpación del bazo.
"Si los Mossos d'Esquadra son capaces de decir eso con el jefe de la Guardia Urbana, qué no harán con tres jóvenes que han denunciado la pérdida de la visión por pelotas de goma", se preguntó Jordi Pina, abogado de Vilaró.
Para más leña, el cabo Jordi Vilaseló, jefe de prensa de la Guardia Urbana de Barcelona, desveló ayer que él también resultó herido de madrugada del pasado 28 de mayo durante la celebración de la Champions, a resultas de una pelota de goma disparada por los Mossos d'Esquadra. La pelota de goma le lesionó en la parte interna de la pierna izquierda, por encima de la rodilla. Su caso se suma al de los tres jóvenes que han denunciado ante la justicia haber sido heridos aquella noche por pelotas de goma lanzadas por los Mossos. En principio Vilaseló no se plantea denunciar a los Mossos.
Comentando con unos jóvenes las agresiones, me proponían que se tendría que prohibir el uso de esas escopetas con pelotas tan dañinas.
Señores de Interior ¿terminamos con las armas pelotas de los antidisturbios? ¿O las consideran unas ecopelotas inofensivas?
Por supuesto los Mossos han sido felicitados por su actuación, todo sea por la moral del cuerpo. Quizás Interior, y a quien le corresponda, se tendrían que preguntar cómo es que la seguridad establecida, los antidisturbios de los Mossos y otros cuerpos, además de la Ordenanza de civismo, no consiguieron evitar el vandalismo, a pesar de agreder con saña a la gente. La izquierda ha de poner distancia con esta represión que no evita los destrozos y resulta perniciosa para la convivencia ciudadana.
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