Ambos, José Montilla del PSC y Artur Mas de CiU, han encajado mal la prohibición de la Junta electoral de hacer un debate de última hora.
Un coro de plumíferos han elevado sentidas protestas con golpes al pecho democráticos. Han anatemizado la norma legal del pre-aviso a cinco días de un debate.
A uno y otro le interesaba una polarización dual que suavizara la pluralidad parlamentaria, incluso cuando esta ya cercena vía ley electoral la pluralidad real social ciudadana. Además de que ya quedan excluidas todas las opciones sin representación parlamentara previa.
Lo más grotesco es el comportamiento tan desdeñoso de unas leyes que ninguno de los dos ha querido en ningún momento cambiar. Todo un presidente y, si nos rendimos a las encuestas, todo un futuro presidente.
El cara a cara non nato muestra la cara de unos personajes para los que todo vale por un puñado de votos que les aúpe a la presidencia. Los políticos oficiales del sistema institucional se llevan muy mal con la ética y la estética.
Aún más enojoso es que este comportamiento poco democrático con la pluralidad política aleje de la lucha política electoral y en las instituciones a una masa ingente de la ciudadanía y de la juventud, con lo cual y en perverso efecto eso allane el camino a la peor opción, a la derecha burguesa, a CiU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario