Los escenarios políticos que se barajan en lugares muy
distintos se están concentrando en la defensa y movilización de la realización de
la Consulta del 9 de noviembre o en su deslegitimación, i legalidad, bloqueo y
prohibición.
Estamos ante una cuestión profundamente democrática. En Gran
Bretaña y en Escocia, sea cual sea el resultado de SI o NO a la independencia, el
referéndum se ha preparado con un criterio democrático desde los gobiernos.
En el Estado del Reino de España y la Autonomía de Cataluña,
el anhelo cívico popular catalán para decidir sobre un Estado nuevo y la
Independencia ha chocado contra la negativa gubernamental estatal, de la
judicatura del Tribunal Constitucional, así como del PP apoyado por el PSOE. El
escenario es de pre-ruptura constitucional.
Pedro Sánchez ha explicado que primero hace falta que el
PSOE gane las elecciones generales, después reformar la Constitución de 1978, y
tercero hacer una consulta.
El PSOE, como otros componentes de las izquierdas estatales,
razonan en clave de legalidad y de un solo país español para concluir que no se
puede aceptar la política de una consulta. No la reconocen como democrática, ni
como un derecho de un pueblo diferente al español, que está dentro del Estado.
La "Declaración de soberanía y el derecho a decidir del
pueblo de Cataluña" del Parlament (23/01/2013) expresa algo diametralmente
opuesto: "El pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática,
carácter de sujeto político y jurídico soberano".
La consulta es una cuestión política democrática, que tiene
que hacer el camino de la legitimidad política a la legalidad jurídica.
Como en EUiA formamos parte del compromiso popular para
poder decidir haciendo la Consulta, hemos de tener cuidado al preparar la
respuesta de movilización e institucional. Quien especula en que la Consulta no
se hará porque no la dejarán hacer, se sitúa en una posición derrotista que
frena la preparación de la respuesta.
El primer paso para conseguir la realización de la Consulta es
la multitudinarietat de la "V" del 11 de septiembre de la próxima semana.
La "V" para convocar Juntos/ Juntas la Consulta necesita
que todo el mundo se inscriba. Ahora son 400.000 personas que rozan las del año
anterior.
El siguiente paso es participar en la "V" masiva el 11 S de la Diada. Y conviene hacerlo aportando en su seno las reivindicaciones que denuncian las políticas destructivas del gobierno de la Generalitat de CiU.
El siguiente paso es participar en la "V" masiva el 11 S de la Diada. Y conviene hacerlo aportando en su seno las reivindicaciones que denuncian las políticas destructivas del gobierno de la Generalitat de CiU.
El tercer paso es organizar la rebeldía con la desobediencia,
pacífica, al bloqueo gubernamental, administrativo y el jurídico del Tribunal
Constitucional.
No se trata de hacer pataleo, declaraciones, movilizaciones o
elecciones, para luego cabizcajos aceptar el imperativo legal.
Se trata entonces de organizar la Consulta desde la legitimidad
política ciudadana soberana, con una legalidad nueva catalana. La gente, la
ciudadanía debe poder votar con la convicción e ilusión de que está abriendo un
proyecto constituyente inédito.
La ruptura política inicial radica en realizar la Consulta y
votar. La consolidación de esta ruptura será en el camino de constituir una República
catalana, social y soberana.
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