Es impresionante lo que puede hacer un pueblo cuando se mueve. Cataluña ha sorprendido a todo el mundo.
El clamor por la Consulta y por Votar tiene un apoyo inmenso
y espectacular. Una gran dosis de conciencia y una firme voluntad. Una ejemplar
disciplina colectiva al hacer el mosaico de las cuatro barras, rojas y amarillas,
de la bandera en los 11 Km entre la Diagonal y la Gran Vía de Barcelona.
Una concentración multitudinaria de once kilómetros con las camisetas
de rojo y amarillo.
Emoción, alegría y sentimiento. La Consulta une el pueblo catalán. Lo que divide y rompe es quien niega, bloquea y quiere impedir la consulta. Poder decidir y hacerlo es un asunto de libertades y democracia.
Emoción, alegría y sentimiento. La Consulta une el pueblo catalán. Lo que divide y rompe es quien niega, bloquea y quiere impedir la consulta. Poder decidir y hacerlo es un asunto de libertades y democracia.
Desde el 2010 cuatro años de manifestaciones inmensas. Desde
2012 más de un millón y medio de personas llenan la calle: "Somos una
nación, Nosotros decidimos", "Libertad, Nuevo Estado de Europa, Independencia",
la Vía catalana "Hacia la Independencia", "Ahora es la hora","
Queremos Consulta y Votar", "Ganaremos".
¿Y no pasará nada? ¿Todo seguirá igual? De ninguna de las
maneras. La tendencia profunda se abre paso con olas sucesivas cada una más potente
que la anterior.
La legitimidad catalana para forjar legalidad nueva tiene la
fuerza suficiente para superar el temor y las posiciones derrotistas. El
bloqueo del gobierno estatal y del Tribunal Constitucional provoca que el 11 S 2014
nos sitúa en un escenario en clave de pre-ruptura.
El choque es inevitable entre la legitimidad de la soberanía
catalana y la legalidad constitucional española de 1978. El bloqueo o un pacto
que frustre el anhelo de libertad del pueblo catalán no dejaría las cosas como
ahora están, ni en equilibrio, pues eso significaría la inversión del proceso hacia
una involución reaccionaría, con unos efectos imprevisibles entre la población.
Los partidos que frenen o traicionen el clamor de la ilusión
catalana sufrirán las consecuencias de ser inútiles y contraproducentes para la
soberanía jurídica y político catalana. Planea una sombra oscura como las
crisis que conllevó aceptar una monarquía para sustituir la dictadura de Franco
en vez de la república española.
Sólo hay que ver el fracaso con el ridículo absoluto de la SCC
(Sociedad Civil Catalana) en contra de la Consulta, con dirigentes del PSC y
del PSOE (Carme Chacón) en Tarragona. Esto no rompe el país, lo único que destroza
son el PSC y el PSOE.
En la giga V, llamo la atención de que no hubo ninguna consigna,
ni gritos ni pancartas, contra España, Madrid o la población española. Las
críticas y denuncias fueron contra el TC y el gobierno del Estado, el del PP.
A día 12 post "V" la Consulta del 9 de noviembre es
el gran reto. Y la "V" demuestra que la coherencia de la fuerza y el
apoyo para la Consulta necesita de una movilización consistente por el SíSí a
la doble pregunta. Sí a Cataluña como nuevo Estado, y Sí a la independencia de
esta Estado respecto al Reino de España.
La defensa de la comunión de los pueblos de España, en un
proceso de confederación de repúblicas ibéricas, requiere el paso previo de
ruptura democrática con la Constitución y con el régimen monárquico. La
continuidad expresada en los NO's es conservadora del régimen actual que está golpeando
a la población española y la catalana.
Como la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, cerró la
Diada excepcional, no debemos permitir dar pasos atrás, ni abandonar la
obediencia a la soberanía catalana, hay que avanzar en la legalidad catalana:
"Parlamento, Gobierno y Presidente: pongan las urnas!
http://youtu.be/geO-HjcRDuQ
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