El 12 O de "Som Catalunya. Somos España" no ha conseguido llenar la Plaza de Catalunya. En cambio es ilustrativo que sus impulsores sean el PP, C's y una gran variedad de Ultras del fascio.
España va pero que muy mal con estos padrinos. La población
española no se merece esta caterva de reacción conservadora.
La movilización del PP+C's con el apoyo del Estado ha
llegado a un 1 % de lo que consiguió la "Via catalana" hacia la independencia.
Este 1 %, da igual si lo doblan, es un fracaso del PP y de Alicia
Sánchez-Camacho. En la calle no pueden medirse con la movilización de los 400
Km de la "Via catalana" y la Asamblea Nacional Catalana.
160.000 personas según la líder del PP, 105.000 para la
Delegación del Gobierno, 30.000 la Guardia Urbana. La comparativa de
fotografías del 11 S de la Vía catalana y este 12 O del PP desmiente las cifras
unionistas conservadoras. La Plaza mencionada tiene que estar llena a rebosar
para conseguir 25.000 almas. No fue el caso. Lo que sí es cierto es que este
año han crecido. Esto da oxígeno y es parte de la campaña estatal contra el
proceso de emancipación y soberanía de la ciudadanía de Cataluña.
Ahora bien, el hecho que no resista ninguna comparación en la
participación no significa que no tenga suma importancia. Este 1% (Estado+Leyes
Constitución 1978+Corona+ Fuerza militar+ C's+PP+Ultras) tiene un peso
específico cualitativo que puede bloquear, frenar y frustrar la masividad de la
Vía catalana.
La maquinaria "Independencia NO" se ha puesto en
marcha por parte del unionismo conservador estatal coronado. ¿Qué van a decir la
otra decisiva componente federal de izquierda unionista?
En Cataluña y en el Estado español ¿es posible confluir y
aprovechar la fuerza de la marea Via catalana para enfrentarse al poder de la
Corona borbónica y la Constitución de 1978? ¿La estrategia más adecuada es la
de frenar la fuerza popular simbolizada por la idea de Independencia o de
impulsarla para que tenga en cuenta e incorpore todas las necesidades de la
población incluidas las sociales?
La sectorial de los trabajadores/as de la ANC defiende
realizar la Consulta, aceptar su resultado, trabajar por una República
catalana, libre, democrática, laica y social. Esta perspectiva puede servir de
punto de encuentro y alianza entre todas las fuerzas que defiendan una
República catalana frente al Estado monárquico.
CCOO y UGT han iniciado una reflexión para virar en el
sentido de lo que se mueve en concreto, la Vía catalana y la ANC. La Coalición
ICV-EUiA ha de asumir el reto y evitar rezagarse, no sea que quedase arrumbada
a una marginalidad política. Quien persista en ningunear, combatir o actuar en
paralelo o al margen de la Via catalana tiene muchos boletos para ser
fagocitado por el unionismo conservador de la situación y del Estado actual.
Quienes tiendan a representar de manera natural una Vía
social habrán de aprovechar la corriente
de fondo de la genuina e imponente Via catalana, para insertar de manera
esencial lo social en el proceso de la libertad y soberanía nacional de
Cataluña.
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