10/10/13

De las mareas a la pleamar


De la Carta de La Aurora. “¡Abandonad toda esperanza!” Esta es la llamada a la resignación que hacen cada semana Rajoy y el Gobierno del PP, desde el infierno dantesco de la crisis social, económica y territorial en la que se esta convirtiendo la crisis del régimen de la segunda restauración borbónica.
Es más, se congratulan de que las convocatorias centrales de los herederos del 15 M  y el 25 S carecen de su antiguo poder de convocatoria. Son ciegos a la extensión y territorialización de un movimiento de protesta que es capaz de sacar multitudes a la calle en la Vía Catalana, en la manifestación en solidaridad con Herrira de Bilbao, en apoyo a la larga huelga de la enseñanza en Baleares, en apoyo de la marea blanca de la sanidad pública madrileña, en la próxima huelga general de la enseñanza en todo el estado del próximo 24 de octubre.
Las mareas se siguen sucediendo una detrás de otra, combinando la defensa de los derechos sociales a la sanidad y la educación con el del derecho a decidir en Catalunya y Euskal Herria. Pero necesitan un punto de confluencia para alcanzar su pleamar y cambiar sustancialmente la correlación de fuerzas. Necesitan pasar de ser luchas defensivas a encontrar un proyecto alternativo político a la degeneración y descomposición del régimen de la Constitución de 1978.
Un paso más en este proceso de confluencia son dos fechas: la manifestación de las mareas madrileñas, convocadas para el próximo 9 de noviembre y la movilización sindical y de la Cumbre Social que se prepara para el 23 de noviembre, en el marco de una nueva jornada de lucha europea.
En la actual situación política de espera de las elecciones europeas, cuando toda la indignación acumulada se pueda expresar en un voto de protesta, es importante situar en el escenario de las mareas la capacidad de movilización ciudadana de la clase obrera a través de sus sindicatos. La “vuelta de tuerca” de otoño del Gobierno Rajoy con nuevas contrarreformas en el sistema de pensiones y el mercado de trabajo necesita una respuesta contundente del mundo del trabajo, desde la mayoría de la ciudadanía.
Cuando el fracaso de las políticas de austeridad –reconocido por el propio gobierno del PP y el Fondo Monetario Internacional- solo auguran una crisis interminable de pobreza, paro y precariedad, recortando presupuesto tras presupuesto más derechos sociales debemos responder a su llamada a la resignación con otro verso de Dante: “Hechos no fuimos para vivir como brutos…”

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