La prudencia es lo que subyace en la reflexión que se amplía
sobre la necesidad y la obligatoriedad de los recortes de la Junta de Andalucíadel PSA e IU.
La margarita de la Junta de Andalucía se deshoja entre los
recortes de obligado cumplimiento y la movilización para frenar y evitar los
recortes. ¿Hay o no hay alternativas?
¿Eran inevitables? ¿Sería peor la intervención estatal? ¿Formar
parte del gobierno reduce el alcance de los recortes inevitables por obligado
cumplimiento de las decisiones del gobierno estatal del PP?
Según Carlos Martínez y Juan Torres de ATTAC "se debe ser
inteligente y no caer en una crítica descontextualizada de lo que hace este
gobierno que solo favorecería al PP y a los poderes económicos... apoyamos la
creación de un gobierno de coalición de izquierdas como el actual... hay que
valorar positivamente el esfuerzo que hace el gobierno andaluz (y que esperamos
que sea acertado en su aplicación efectiva y no solo sobre el programa) para
que el recorte se aplique sin pérdidas directas e inmediatas de empleo
(indirectas las va a haber, como queda dicho)" "Nos parece un error
fundamental -y mucho más en las circunstancias en las que estamos- que este
gobierno actúe simplemente como una oficina de gestión" "O este gobierno
es más valiente y cercano a la hora de hablarle a la ciudadanía, y más
movilizador, o fracasará con rapidez".
No hay duda de que el principal responsable es el gobierno
estatal, ahora con el PP, con las imposiciones UE de Berlín y el BCE. Pero eso ya
se sabía antes de las elecciones y durante las negociaciones de acuerdo de
legislatura y de gobierno. ¿Se ha ocultado que formar parte del gobierno
significaría también compartir la aplicación de los recortes, o quizás la gente
pensó que se podrían imponer alternativas de otro tipo?
Para Juan Ribera del Colectivo Prometeo de Córdoba, "El
gobierno andaluz ha hecho lo fácil, lo obvio y lo intenta disfrazar de medida
progresista" "Cuando se firmó el acuerdo programático, nos dijeron
que se habían trazado unas líneas rojas en defensa del estado social cuyo cruce
significaría romper lo pactado. Si se observan que estas líneas se saltan, IU
puede irse del gobierno con argumentos y dignidad" "Nadie nos puso
una pistola en el pecho para entrar, nada nos puede impedir, si queremos, la
salida".
¿Cuál es y puede ser la función útil de la izquierda en una
crisis desbocada, y ante el alud de medidas
políticas de recortes cada cual más de obligado cumplimiento que las
otras?
Se desgranan distintas posiciones en torno a acatar,
movilizar, seguir en el gobierno, salirse del gobierno, combatir gobierno
Estado PP, evitar la intervención, no saltarse las líneas rojas, la indignación
ante el trago amargo autonómico, imperativo legal, el desacuerdo ante el
imperativo legal.
El dilema de fondo supera en creces la cuestión de si seguir
o salirse del gobierno, aunque eso sea muy importante y haya que medirlo con
mucha atención.
Para la CUT-BAI "repudia estos recortes y pondrá a su
militancia al servicio de la movilización contra estas medidas que sólo se
pueden calificar de neoliberales" "IULV-CA debe organizar de
inmediato un nuevo referéndum, con garantías democráticas, y que la militancia
y el activismo de IU decida entre estar en un gobierno para aplicar y
administrar recortes neoliberales o pasar a la oposición y poner en valor
nuestro programa".
Tampoco el fondo es si se recorta eso o aquello, o si es
inevitable o no, o si sería peor la intervención. Claro que sería peor la
intervención, el gobierno directo del PP, e ir a saco con los recortes como se
hace en el Estado por el PP y en Cataluña por parte de CiU.
La cuestión vital, la que implica la utilidad de la
izquierda y su capacidad y compromiso en construir alternativa social y
política, está en cuál es la mejor manera de organizar la movilizaciónciudadana y popular para frenar los recortes, las reformas laborales y a los
imperativos legales gubernamentales. Qué propuestas se promueven para reforzar
la base social.
Luis González, en nombre de una delegación de sindicalistas
de CCOO y UGT que se entrevistó con diputados de IU, señala: "Exponemos,
en nombre de ese mandato, nuestro rechazo a los recortes decididos por el
gobierno andaluz y la decepción e indignación de miles de trabajadores que han
votado a un gobierno de izquierdas, precisamente para parar los recortes del
gobierno Rajoy. No aceptamos que se nos dé como explicación que se hace para
evitar una intervención de la autonomía andaluza por parte del gobierno
central. Esa política no es coherente con el lema electoral de Izquierda Unida,
que fue “rebélate”. Les pedimos, por tanto, que teniendo en cuenta que cada
parlamentario tiene potestad de actuar según su propio criterio, no apoyen con su voto en el Parlamento estos
recortes" " Quizá fuera vuestra intención recortar lo menos posible o
minimizar los daños, pero la gente no os ha votado para eso" " Por
parte de la delegación les hacemos llegar que el problema es que, además de los
recortes, se pierde la credibilidad de la izquierda. También les decimos que si
aplican recortes no pueden llamar a la movilización ¿Quién va a seguirles?
También se les responde que si no tiene fuerza en el gobierno, la pueden buscar
en la calle. Dirigíos a la gente. La cuestión es que tenéis que elegir:
enfrentaros al capital o a los trabajadores" "Si el gobierno andaluz
no retira el proyecto, no da marcha atrás, les pedimos que voten en contra, que
se rebelen".
IU está en el gobierno. El planteamiento pasa a ser desde
dónde puede movilizar mejor para frenar las medidas estatales y evitar la
intervención, ¿en el gobierno, incluso con recortes, o desde el Parlamento con
la presión a un gobierno PSA minoritario? ¿Qué es lo que mejor permite progresar en un
frente unitario con el sindicalismo y la indignación?
El problema está en que IU pida enmendar los recortes cuando
estos recortes han de usarse para organizar el frente trabajador y de la
ciudanía. ¿Qué va a pasar cuando haya nuevos recortes o cuándo sea patente que
los actuales han pasado a empeorar la situación?
La experiencia de Syriza es tentadora, pero sirve sólo en
parte, pues ha habido dos intervenciones en Grecia, casi una decena de huelgas
generales, una elecciones que han radicalizado el arco parlamentario, y Syriza
aún no forma gobierno, además lo va a tener en extremo difícil con toda la
caterva de sanguijuelas financieras desangrando la economía y la ciudadanía
griega. Pero es útil que Alexis Tsipras afirme que no va a aceptar las medidas
de intervención, pues la crisis la han creado los mismos que después
intervienen; las políticas han de permitir resolver la crisis y no empeorarla
con recortes y ahogo de todo tipo.
Para una Syriza (izquierda radical) en nuestras tierras sigue
válido el lema ¡Rebélate!
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