La obligada ira de los usuarios ante el aborto de un esplendido puente o de unas vacaciones pre invernales se ha descargado hacia los controladores aéreos.
El gobierno y la prensa han aventado en esa dirección para eludir las verdaderas responsabilidades; pretenden ocultar el grave calado de unas medidas económicas y las militares dictatoriales.
Rubalcaba y su consorte económica Salgado han conseguido una verdadera calamidad.
Al arrasar el campamento de El Aaiún, Marruecos neutralizó al nuevo flamante gobierno obediente a los grandes especuladores financieros. La reflexión de Zapatero con Botín y Alierta, algo más que consejeros áulicos, dio otra puñalada al cuerpo social el día antes de las elecciones que desmoronaron a los socialistas catalanes ante Mas y CiU. El viernes 3, el gobierno produjo un batacazo que podrá constar en los anales de la ineptitud y calamidades de unas políticas al albur de nortes ajenos.
Lo que era un regalo a los inversores, el Decreto de privatización de AENA, las loterías del Estado, la anulación de la negociación sindical, derechos y horarios de los controladores, se convirtió en un revulsivo atronador en el inicio de un puente o una semana feliz larga para miles de ciudadanos.
A señalar. Primero fue el gobierno quien atizó unas brasas que se convirtieron en fuego.
Segunda nota. Los controladores reaccionaron con huelga inmediata en defensa de su negociación laboral y horarios, causando la ira ciudadana y el caos en el sector aéreo y comercial, turístico, haciendo añicos la imagen de un gobierno incapaz de controlar la conveniencia de sus decisiones y sus consecuencias.
Tercera nota. El gobierno de Zapatero -Rubalcaba-Salgado militariza un servicio público, abre una espita que sólo puede beneficiar a la derecha, al PP. Este gobierno tiene que forzar la legalidad con medidas dictatoriales, ponerse en manos de la militarización, para imponer sus medidas económicas impopulares.
Cuarta nota. Habrá lucha y movilización dura frente a las medidas financieras y gubernamentales contra la población.
El plante de los controladores es una rebelión sectorial de una pocas horas en un sector estratégico. El plante con la movilización sindical por la retirada de la Reforma Laboral, o frente a la Reforma de las pensiones el 28 de enero, ha de ampliarse y reforzarse en las los próximas concentraciones y manifestaciones del 15 y 18 de diciembre.
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