La anunciada oposición del PSC como exigente, radical, contundentes y constructiva es para "cuando sea necesario". La abstención es, para el PSC, responsabilidad al poner delante el interés superior de un país. La realidad es un subordinado consenso derecha-izquierda -CiU-PSC- a favor de la derecha catalana.
Mas es presidente de la Generalitat de Cataluña con un consenso d'entesa (acuerdo) de país subordinado a la derecha catalana.
El contenido de esta sociovergencia parlamentaria es un pacto entre CiU y el PSC donde no se menciona para nada las dos grandes demandas del verdadero país, es decir de su mayoría ciudadana. La de la masiva manifestación del 10 de julio sobre el "nosotros decidimos" y contra la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut, siquiera una mención al actual decreto contra el catalán como la lengua vehicular en Cataluña y en las escuelas. Y la de la huelga general sindical del 29 de setiembre por la retirada de la reforma laboral.
Este pacto es posible porque la derecha catalana de CiU y la izquierda catalana del PSC coinciden en el fondo de la problemática principal. Comparten en consenso con el beneplácito de la Moncloa que hay que enfocar la crisis con políticas duras de derecha y privatizadoras, con reforma laboral, Pensiones, edad jubilación, privatización de las Cajas, y lo que exijan los intereses de las grandes capitales financieros y multinacionales de la UE. También comparten evitar una consulta clara y firme a la ciudadanía, a la población de Cataluña, sobre tener Estado propio o no, y qué tipo de relación con el Estado español. Los motivos e intereses son distintos, pero la práctica política anula a la izquierda y potencia a la derecha.
La capacidad de oposición beligerante parlamentaria de ICV-EUiA queda muy mermada. Para encabezar movilizaciones contra la crisis y las políticas gubernamentales habrá que recomponer a fondo el tejido social. Es obligado empezar con una crítica certera y extraer lecciones de estos siete años gubernamentales, para seguir centrando la atención en la empresa, la calle, y el centro de estudios. La tribuna parlamentaria ha de servir para denunciar esa nueva Entesa de país con consenso sociovergente.
Una izquierda combativa, con una nueva perspectiva de gobierno de izquierdas que asegure movilización trabajadora popular y políticas de izquierdas, pasa hoy en día por la movilización sindicalista, y la labor molecular en cada barrio y empresa. Para esto hemos de promover acción unitaria y unidad social y política entre todos los capas y tendencias trabajadoras y de izquierdas.
d´acord amb bona part de la reflexió, ara si em permets l´esmena Francesc trobo molt generós per part teva el títol quan qualifiques de socialisme pel que fa si més no a la cúpula del PSC.
ResponderEliminarSalut !!!!
S'accepta l'esmena, posa-li un altre qualificatiu o adjectiu. En aquest cas és el que ells mateixos fan us i què la gent enten.
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