Llegan tarde y con el paso cambiado. Es patético que Rubalcaba y Navarro, PSOE y PSC, expongan y pretendan negociar con Mas una propuesta de Reforma de la Constitución con una leve federalización.
La receta federalista socialista está desfasada. Una
financiación, un nombre y un Senado sin mencionar la Corona, ni una democracia
con soberanía republicana, ni una fiscalidad seria de corte europeo. Estos
ingredientes, no corresponden a la fuerza de la movilización popular expresada
en la Vía catalana y la ANC.
La conciencia catalana actual con la simbología de la
independencia se asemeja más al fuego que hace hervir una olla a presión. O el
gobierno español y la Corona abren una válvula para rebajar la tensión o la
explosión se puede llevar por delante la Constitución españolísima de 1978. La
España indivisible de la única nación, o incluso plurinacional, ya no es
aceptable para la Cataluña que pretende una libertad soberana con la que
disponer de mayoría de edad, sin tutelas reales y militarizadas a la ciudadanía,
y con la que establecer relaciones entre pueblos y estados soberanos.
El Círculo de Economía tampoco ve con buenos ojos la
Consulta y adopta la idea de reforma constitucional haciendo un frente común
tácito con el PSOE y el PSC, así como con la multitud de fuerzas que se denominan
demócratas pero que no quieren la Consulta, o que la Consulta pueda permitir
responder sobre la independencia y un nuevo Estado dentro de Europa.
PP, UPyD, C's y los González-Cebrián-Guerra con el PSOE de
Rubalcaba, tampoco quieren ni independencia ni Consulta para Cataluña. En todo
caso un referéndum en el Estado sobre la inviolable unidad única de la nación
española, pues arguyen afecta a la organización territorial del Estado de toda
la ciudadanía española sin excepción. La Moción de UPyD en el Congreso ha sido
clarificadora. El Grupo parlamentario de la Izquierda Plural votó en contra y
el PSC se abstuvo, rompiendo su disciplina con el PSOE. Alfonso Guerra forzó
que el PSOE no se abstuviera al amenazar que él votaría la moción de Rosa Díez.
Como dice el twit de Adolfo Barrena, coordinador de IU
Aragón, miembro de la Ponencia para la Conferencia federal de IU sobre el
Modelo de Estado: "Derecho a decidir Pertenece a la democracia. Por eso, aunque
no somos nacionalistas ni independentistas, lo defendemos #iua".
Ha sido EUiA con la Conferencia Política que se ha puesto de
largo bien a la altura de la conciencia, movilización y demanda popular
ciudadana.
EUiA ha dado un vuelco profundo en su posicionamiento
político. Es con la idea fundamental de que la población trabajadora catalana,
que vive y trabaja en Cataluña, puede fundamentar un proyecto constituyente para
Cataluña que signifique una ruptura con la Constitución de 1978 y la Corona; es
decir, una revolución democrática que ejecute de forma soberana y libre la
Consulta. EUiA analiza la movilización como motor positivo, señala la
existencia de la Vía catalana y de la ANC, exige la realización de la Consulta
"Sí ó sí", defiende una República Catalana, social, libre para
federarse con el Estado y una República española, mientras sostiene para ello
la necesidad de una alianza entre federalistas, soberanistas e independentistas,
tanto en Cataluña como en el Estado.
Los vínculos con los sindicatos y con IU forman parte de
amplificar la onda expansiva democrática que se genera en Cataluña para
finalizar en todo el Estado con la explotación y opresión que representa la
Monarquía, la Constitución de 1978 y los
poderes económicos representados por el PP, pero también por CiU.
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