El último ha sido un fin de semana preñado de futuro.
Manifestaciones sindicales trabajadoras contra la reforma
laboral y por la huelga general. Y constitución de la Asamblea Nacional
Catalana en el Palau Sant Jordi.
En todo el Estado el sindicalismo ha puesto en pie de huelga
cientos de miles de gente trabajadora. Convocada la huelga general del 29 M
ahora se ha de extender a las empresas y a la conciencia ciudadana. Actos como
la convocatoria de comités de huelga unitarios por parte de las Asociaciones de
Vecinos y Vecinas de 9 Barris, o como el acto de CCOO y CGT en el CRAC de Rubí,
de la mano de EUiA, sobre la reforma laboral y la huelga, ponen la necesidad aguda
de la unidad sindical con todos incluidos. La huelga, y el día después de la
huelga, necesitan de un plan, de una referencia que encabece una movilización
que será dura y difícil.
En el Palau Sant Jordi la Asamblea Nacional Catalana ha
recogido el testigo de las consultas ciudadanas territoriales por la
independencia. Dos propuestas troncales y una metodología: 1 / Independencia, 2
/ Referéndum en 2014, y 3 / transversalilzar estas propuestas políticas a todas
las entidades, a los sindicatos ya los partidos, sin constituir un partido
nuevo ni optar a las elecciones por separado.
Es la CUP quien ha decidido optar a las elecciones
autonómicas, un gran paso en su maduración política. Quieren dejar atrás una
etapa de abstencionismo extraparlamentario, al menos respecto a las elecciones
autonómicas.
Bienvenida sea esta CUP, que reúne a más de juventud
combativa, necesitamos fuerzas luchadoras nacionales de izquierdas para hacer
frente y batir los recortes sociales y la demagogia de los Pujol-Mas-Duran
Lleida de CiU, pegados al poder en alianza estrecha con el gobierno PP de
España.
Movilización social y nacional tienen un talón de Aquiles.
Son aspectos de necesidades y reivindicaciones vivas capitales para el conjunto
de la sociedad, pero de espaldas una de la otra. Casi circulan por vías
diferentes.
Tenemos que trabajar por la confluencia. Las personas, los
segmentos y las clases sociales afectadas son las mismas. La movilización
social, sindical y popular, y la libertad nacional de Cataluña, por el derecho
a decidir si se quiere un Estado propio y qué relaciones con el Estado español
y europeo, tienen que ir juntas, contra CiU y el PP, para hacer forjar una
unidad potente trabajadora, joven y popular ciudadana.
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