La huelga general la han convocado los sindicatos, CCOO y
UGT. Esto permite hacer frente a la patronal, al gobierno y a las políticas de
austeridad negativas para la inmensa mayoría de la población.
La preparación en las empresas, en los barrios y entre la
ciudadanía y la juventud es decisiva. El éxito el 29 de marzo es la capacidad y
extensión real del paro en las empresas y del país. La huelga se hace para
frenar y derrotar la política de contrarreforma laboral, incluida la austeridad
destructora de las políticas gubernamentales y de la UE, para batir la
actuación nefasta del PP y CiU. Por eso son de gran importancia las razones
para motivar la participación en la huelga. El día después de la huelga tiene una
importancia capital, pues es cuando se empieza a palpar si se alcanzan los
objetivos por los que se ha hecho la huelga. ¿Retroceden las políticas
gubernamentales o siguen? ¿Se ha quedado en tablas o quien gana?
La organización de la movilización preparatoria, el plan de
acción unitario, y el después, tienen un elemento que nos plantea la esencia de
avanzar en la fuerza trabajadora para imponerse al desastre económico
patronal-gubernamental. Las políticas patronales y gubernamentales sólo se
pueden frenar, derrotar y ganar desde políticas alternativas y una referencia
política trabajadora que haga de estado mayor sindical, social, político y
ciudadano de la continuidad de la huelga, en el sentido de fomentar la
aplicación de las políticas alternativas frente a la crisis.
En la plataforma o entidad unitaria que dé confianza y
fuerza a la movilización trabajadora somos todavía débiles. Necesitamos darle
vueltas para conseguirlo. El PP, CiU y PNV, son la alternativa de la patronal,
de la gente poderosa y rica. El PSOE está sin norte y sigue el descenso. IU y
el grupo parlamentario de la Izquierda plural de once personas diputadas, son
unas gotas valiosas pero minúsculas. Los Sindicatos son las grandes fuerzas
organizadas trabajadoras, sin embargo se sienten débiles en las empresas, y con
dificultad en conectar con la juventud y la ciudadanía. ¿Por qué no sentarse
todos juntos para iniciar un diálogo que se plantee la cuestión esencial de la
referencia unitaria y general de la movilización en los nuevos tiempos? La
alternativa toma cuerpo desde la movilización en las empresas y en la calle,
hasta la referencia de liderazgo general unitario.
La movilización por la huelga general es vital. Es la mejor
herramienta para hacer cambiar la óptica de que hace falta y con quién se puede
hacer para resolver la crisis de una manera favorable a la gente trabajadora.
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