Ilustración de Max. |
Se venía venir. Ahora el duelo será
duro y profundo, como la crisis económica. La debacle del PSOE plantea la
necesidad de rehacer la izquierda desde otras bases. La aluminosis en la
izquierda está muy acentuada. Necesitamos estudiarla bien. Reflexionar y
extraer conclusiones de la misión, los objetivos y los valores de las fuerzas
políticas que pretendan contribuir al avance de las clases populares y
trabajadoras. Cuáles son las estrategias, las tácticas y los medios, los
progresos democráticos, las pequeñas y grandes adquisiciones en derechos, en
servicios, en calidad de vida, de trabajo y educación, es decir los progresos desde
las reformas en el sistema capitalista en crisis y los horizontes sociales
colectivos revolucionarios. Cuál es la relación y el beneficio que la izquierda
aporta a la sociedad y a su base social cuando consigue mayorías electorales y
gestiona gobiernos como el estatal español, o los autonómicos como los siete
años del tripartito catalán, y otras experiencias mixtas. Cuál es la relación
entre el enraizamiento social y el apoyo electoral, hasta que punto se impulsa
una sociedad comprometida y participativa, concienciada, movilizada a fondo, o
se acaba cediendo, rogando y pactando con los señores de la economía y del
poder, en detrimento de la inmensa mayoría de la ciudadanía. Hasta qué punto se
abre paso la conciencia de que los intereses patrios del país coinciden con los
de sus clases dominantes minoritarias como ciudadanía, y esos intereses
"nacionales" divergen y perjudican a la mayoría ciudadana
"nacional". ¿Seremos capaces de extraer conclusiones y lecciones? El
puñado de diputados actuales ¿va a ensayar otros caminos que el limitado y elitista
parlamentarismo? ¿La labor parlamentaria es un fin en sí misma? ¿es la que
determina a la base social? ¿es una de las distintas correas de transmisión del
poder estatal gubernamental? o ¿es la que se pone en función de las necesidades
de resultados, movilización y organización de la base social joven y
trabajadora y mujer? ¿Manda la persona diputada o el colectivo social de base?
Hay alternativas a la crisis. No son las
de la derecha, del PP y CiU y PNV, o UPyD. Tampoco son las de la gestión gubernamental
del PSOE, ni las del PSC (con sus aliados de ERC e ICV-EUiA). Las alternativas
se cuecen en las propuestas de los Sindicatos, las que emergen de la
indignación de las plazas del 15 M, en los programas como las de la Convocatoria
social y de la coalición de La izquierda de doce organizaciones políticas en
torno a Izquierda Unida, en las que están incorporadas ICV, EUiA, CHA. Las alternativas
forman parte del programa de Amaiur. Las reconocemos en el BNG, ERC y
Compromís. Y también en propuestas de Equo y de la Candidatura Anticapitalistas.
Otras realidades como la CUP en Cataluña, movimientos declarados no-políticos u
organismos locales, pelean por partes imprescindibles de esas alternativas.
Incluyo la valoración electoral de LA AURORA-POR.
Gana la derecha. Unidad de las izquierdaspara luchar. No por anunciada deja ser dolorosa la victoria electoral del
Partido Popular. Una marea azul ha invadido prácticamente toda España. No sirve
como excusa el nivel de abstención. No hay ninguna excusa. Hay que mirar la
realidad cara a cara: la derecha ha vencido. La crisis ha llevado a la mayoría
de la población a dar su voto y su apoyo a una derecha reaccionaria, contraria
al Estado del bienestar, partidaria del recorte de derechos.
La crisis, los 5 millones de parados, el
casi 50% de paro juvenil… ha arrastrado a centenares de miles de personas a
apostar por la derecha. El PP logra la mayoría absoluta más por el hundimiento
de los socialistas (pierden 59 diputados) que por sus propios méritos. La
profundidad de esta crisis está acabando con todos los gobiernos por su
incapacidad de enfrentarse al poder de los llamados mercados, de los banqueros
y especuladores, de las grandes instituciones financieras. El PSOE de Zapatero
fue incapaz de resistirse a esos poderes, de poner en práctica otras políticas,
y el resultado ha sido la peor debacle política que los socialistas han
sufrido.
El electorado ha mostrado un giro claro
hacia la derecha. Todos los partidos de la derecha ganan votos. El PP gana
552.000. CiU gana 230.000. UPyD gana 800.000. El PNV gana 17.000. Quien se
hunde es el PSOE que pierde 4,3 millones de votos. Porque la izquierda opuesta
al neoliberalismo también avanza. Izquierda Unida y ecosocialistas de izquierda
pasan de 2 a
11 diputados. Gana más de 700.000 votos. Avanza también la izquierda social y
abertzale vasca. Amaiur reúne 333.628 votos y 7 diputados. BNG (2) y Geroa Bai
(1) mantienen sus diputados y Compromis saca un diputado por Valencia. Equo ha
reunido 215.776 votos sin obtener representación y Anticapitalistas 24.456
La derecha no es la alternativa a la crisis.
La ilusión de que la derecha puede
resolver la crisis y mejorar la situación de millones de personas se
desvanecerá más pronto que tarde. Las recetas de la derecha ya las estamos
viviendo en Madrid (recortes en la enseñanza pública y dar más dinero a la
privada) en Catalunya (recortes en la sanidad pública para favorecer la sanidad
privada). Las políticas de la derecha tendrán, tienen, el objetivo de favorecer
a los ricos, de traspasar rentas del trabajo a rentas del capital, de reducir
los servicios públicos para favorecer a los privados y eso creará aún más
desigualdad y perjudicará a las clases trabajadoras. Ni siquiera esas políticas
servirán para generar empleo. Los recortes en Madrid y Catalunya han hecho
aumentar el paro por encima de la media.
Y esas políticas aún se van a endurecer.
Cuando aparezca el programa oculto de Rajoy y los suyos se generalizarán los
recortes de todo lo público, incluido las Comunidades autónomas y los
municipios, probablemente se subirán los impuestos generalistas, como el IVA,
querrán imponer una nueva reforma laboral que debilite los derechos de los
trabajadores. Y el efecto inmediato no será salir de la crisis ni crear empleo,
sino acentuar la crisis de las familias trabajadoras.
Las exigencias de los mercados, con los
que Rajoy se lleva muy bien, obligarán a un durísimo ajuste. Querer reducir el
déficit a costa de aumentar el sufrimiento, ese es el lema de los que especulan
y sacan buenos beneficios de la crisis, y el gobierno del Partido Popular es
partidario declarado de tales políticas.
Unidad de la izquierda.
La crisis ha derrotado al PSOE pero las
elecciones han mostrado también que políticamente hay un camino hacia la
izquierda, que es posible construir una alternativa a las políticas
neoliberales apoyada en la movilización de la población trabajadora y en nuevas
formas de ejercer la política. El avance de Izquierda Unida, ICV-EUiA y Amaiur
coincide con la apuesta electoral que hicimos las y los militantes que nos
agrupamos en la tendencia La
Aurora-POR.
El avance es importante pero aún
insuficiente a la hora de responder a la profundidad de la crisis capitalista.
Se necesita más movilización social, más experiencias de lucha, más confluencia
unitaria para enfrentarse a los ataques que hay y vendrán. Las elecciones han
aclarado el camino a seguir: sumar fuerzas, de izquierda, ecologistas,
soberanistas de izquierdas, sindicalistas, federalistas, independentistas, del
15-M, socialistas desencantados con la sumisión de su partido al neoliberalismo...
Todo intento de dividir, de buscar el
pequeño huequecito, de no aunar fuerzas ha quedado o quedará al margen. Los
proyectos ecologistas de Equo y los “anticapitalistas” no han conseguido el
apoyo que esperaban. La división ha fracasado una vez más. Necesitamos todas
las fuerzas y por lo tanto llegar a acuerdos, a confluencias, a reconstruir
izquierda desde sus cimientos.
Para generar respuesta social y
propuestas políticas alternativas se necesita un bloque, una alianza social que
paso a paso vaya configurando la movilización social y política que permita
reconstruir una izquierda comprometida con las políticas de izquierdas, no
sometida a los mandatos de los mercados, banqueros y especuladores.
Capacidad de respuesta.
La propia crisis generará las condiciones
para la lucha. Lo hemos visto estos meses pasados en la movilización del 15-M,
en la marea verde madrileña contra los recortes en la enseñanza pública, en la
defensa de la sanidad pública catalana contra los recortes de CiU, en la
movilización por el derecho a decidir en Euskadi, y tantas y tantas luchas.
La derecha prepara nuevos y duros
ataques. Todos pretenderán cobrarse la victoria electoral. La Iglesia presionando para
echar atrás leyes democráticas. La patronal exigiendo recortes en derechos
laborales. La Unión
Europea pidiendo recortes en pensiones o en salarios de
funcionarios. No quedará otro remedio que luchar. Por eso necesitamos el máximo
de unidad de las izquierdas en la calle y en las propuestas políticas.
21 noviembre 2011
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