Levantar un movimiento de izquierdas, político, combativo y viable

Pues ha sido que no. Ni Equo ha conseguido diputado, ni Anticapitalistas ha obtenido un resultado que permita avalar un proyecto de abrir una mínima brecha en el sistema y entre la izquierda. La inmersión en el 15 M, tremendamente positiva y necesaria, la combinan con el ataque a los sindicatos mayoritarios, con lo cual desvirtúan la necesidad de una confluencia en la movilización, mientras quedan aislados del proceso de gestar una nueva etapa por parte de las distintas izquierdas, la más combativa, la revolucionaria, la sindicalista, la federalista con la coalición de las 13 organizaciones con IU, la independentista, la indignada movilizada 15 M, y la desencantada hundida del PSOE.

Ilustración de Arnal Ballester para "No tinc paraules".

Anticapitalistas reconoce que "son resultados muy modestos, muy por debajo de lo que sería necesario en un contexto como el actual". Miguel Romero señala: "Los resultados me parecen malos. No importa que fueran más o menos previsibles. Muestra a Anticapitalistas muy por debajo de lo que significa y lo que hace en el día a día. No nos sitúa en buen lugar para el trabajo inmediato en algunos de los temas políticos centrales, por ejemplo, la convergencia de la izquierda a la izquierda del PSOE. Y aunque sea una cuestión puramente subjetiva, no se corresponde en nada con la calidad y la cantidad de las ganas y y el ánimo que se ha puesto en la campaña". Y Jaime Pastor indica "los muy magros resultados alcanzados por candidaturas más minoritarias como la de Anticapitalistas".

En la declaración sobre las elecciones indican "Entre las buenas noticias del 20-N encontramos la espectacular irrupción de Amaiur", aunque eluden hacer balance de por qué entonces llamaron a abstenerse en Euskadi.

Saludan en positivo el avance de IU, y dudan que esta coalición pueda ser "la voz de la calle". La duda es lógica, pero no lo es la actitud política como si fuera otro mundo. La cuestión de "desobedecer al PP" no puede ser algo subjetivo sino se encarna en la aplastante realidad de una gran masa popular que por ahora se resigna.

También plantean de forma interesante "La mayoría absoluta del PP y el contexto general de ataque sin precedentes contra la clase trabajadora hacen más necesario que nunca que se articule un gran frente para la resistencia social que sea capaz de levantar un muro en las calles contra los recortes que se van a sancionar en sede parlamentaria. En este momento, las pancartas y los megáfonos son nuestra única arma contra la estrategia de la derecha económica, social y política, que va a controlar todo el poder político en casi todas las instituciones del Estado. A este frente, están llamados a sumarse las asambleas del 15-M, cuyo papel será fundamental, los sindicatos, movimientos sociales y organizaciones políticas de la izquierda alternativa. La creación de confianzas por abajo, al calor de las luchas, la elaboración de objetivos programáticos de urgencia anticapitalista, el establecimiento de formas de funcionamiento participativas y democráticas desde la base serán el terreno donde se pueda ir generando la unidad de las izquierdas, contra la derecha y en defensa de un nuevo modelo económico, político y social, basado en el reparto de las riquezas, la preservación del medio ambiente y la construcción de un mundo sin opresiones específicas de ningún género".

¿Podemos dialogar sobre ese frente? ¿Qué relación tienen con los propuestos desde IU? ¿Por qué prescindir de la voz en el Parlamento para complementar, amplificar el movimiento desde la calle? ¿Porqué no contemplar también la acción sindicalista desde todos los Sindicatos en este proceso de hacer izquierda desde los cimientos? ¿Qué relación hay de utilidad y de conciencia para la lucha entre el millón ochocientos mil votos y los veinticinco mil? ¿Pretendemos levantar un muro y un gran movimiento unitario sin exclusiones? ¿Pueden servir en este diálogo los puntos programáticos esbozados en la Convocatoria Social de la izquierda denominados las "7 revoluciones"?

Estoy, y lo está IU y EUiA, bien dispuesto a este diálogo para construir un proyecto de izquierdas combativo y viable desde y en la base política trabajadora.