Una
marea ciudadana colapsa Bilbao por los presos. Egin Dezagun Bidea (Hagamos
camino, caminemos) ha resultado una convocatoria masiva de la ciudadanía, a
pesar de no disponer del apoyo del PNV, PSE-EE y PP.
Amaiur
se ha crecido. La colosal manifestación ha copado Bilbao con 110.000 personas.
La
negativa del gobierno vasco (PSE-EE sostenido por el PP), junto a la
inmovilidad del gobierno español ahora del PP con Rajoy, o la ausencia de apoyo
del PNV, no han podido frenar el fenómeno Amaiur.
Tampoco
anula a la Izquierda Abertzale la discriminación política ejercida por el PP,
al impedir que Amaiur disponga del Grupo parlamentario que le corresponde en el
Congreso (con sus 7 diputados y 3 senadores), mientras se lo ha permitido a
UDyP.
Ni
la estrategia obstructora del PP, ni la tentativa disuasoria del PNV, parece
puedan desviar a la izquierda abertzale y sus alianzas del nuevo camino a la
paz y a la libertad.
La
carrera de fondo apunta a la pugna por el liderazgo de la sociedad vasca, con
el ojo puesto en el Palacio de Ajuria Enea, y en el lehendakari. Otegi en la
cárcel va ganando calor popular de la
ciudadanía, por su libertad, y como valor en alza para presidente.
La
convocatoria de la manifestación pedía el acercamiento de los presos a las
cárceles vascas, la libertad para los
178 presos con los dos tercios de condena cumplidos, la excarcelación de 11
presos enfermos de gravedad, la revisión y la libertad de los 169 presos
preventivos, y la derogación de la doctrina Parot, que afecta a otros 49
presos.
La
coalición Bildu y la de Amaiur siguen en la cresta de una ola de marea
creciente. Desde todos los espacios sociales y políticos nuevos apoyos activos,
como el que realiza el grupo Erabaki desde su fundación.
La
libertad de los presos, la
Amnistía, la legalización de Sortu están en el centro del
sentimiento político de la ciudadanía vasca. El Estado y el gobierno español no
podrán eludir esa situación, ni evitar las demandas mayoritarias vascas.
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