La manifestación del sábado fue convocada "contra el racismo y el fascismo", por parte de la Asamblea de Indignados de Girona y Acció Antifeixista, en respuesta a la marcha convocada por PxC en Salt, en contra de la construcción de mezquitas. La manifestación racista fue prohibida por la Consejería de Interior para evitar enfrentamientos entre los manifestantes y la comunidad musulmana, ante la presión vecinal.
Durante este veranos dos de los tres concejales de PxC han sido obligados a dimitir por tener relaciones de pareja con extranjeros.
La población de Salt promueve medidas de convivencia muy diferentes a las que en Badalona se exigen por parte del alcalde Albiol del PP. Albiol ha conseguido la promesa del conseller de Interior Ferran Puig (CiU) de más policía (Mossos) en vez de maestros, medios y trabajadores/as sociales para la convivencia ciudadana. En Badalona se va por una pendiente de política suicida, con cirugía social extirpadora dirigida a las consecuencias sin tratar la prevención de las causas sociales del malestar y conflicto entre las distintas comunidades vecinales y de la ciudadanía.
La represión es inútil para atajar el conflicto pues máximo contendrá en lo inmediato a costa de exacerbar y negar la realidad social. Los Ayuntamientos han de poder disponer de una financiación suficiente para hacer frente a esas necesidades sociales para la convivencia ciudadana.
Foto Toni Vilxes para Público, a la derecha en la pancarta, Pau Gálvez (coordinador de EUiA Salt).
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