El próximo domingo Bildu, una vez se ha incorporado Aralar, dará a conocer el nombre y el logo de la nueva coalición en un acto que celebrarán en el Baluarte de Iruñea.
Los cambios profundos en las perspectivas de la población vasca se han expresado y han sido potenciados en los debates de la base de la izquierda abertzale. Batasuna estableció una nueva estrategia política por vías democráticas y en ausencia de violencia (documento "Zutik Euskal Herria", febrero 2010; en castellano Euskal Herria en pie). ETA decretó el fin de su lucha armada, aceptó la supervisión internacional, y la decisión democrática de la ciudadanía del pueblo vasco. Sortu, a pesar de su ilegalización defiende la irreversibilidad la nueva estrategia por vías políticas y de que no habrá vuelta atrás; además consideran que consolidaría el proceso y la esperanza popular que el Estado y gobierno español procedieran a la legalización de Sortu, la libertad de Otegi y otros presos de Batasuna, el acercamiento de los presos y el cumplimiento de la ley, y se negociara en concreto el final de ETA con la reinserción de sus activistas y personas exiliadas.
Esta nueva expectativa condujo al Acuerdo de Gernika ("Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas", 25 de noviembre de 2010, entre Aralar, Eusko Alkartasuna, Ezker Abertzalea, Abertzaleen Batasuna, Alternatiba y otros 28 agentes sindicales y sociales de Euskal Herria). Después se llega al documento Euskal Herria ezkerretik ("Euskal Herria desde la izquierda", Acuerdo cambio político y social entre independentistas y soberanistas de izquierda, del 16 de enero de 2011). Y ha eclosionado en la nueva coalición Bildu (abril 2011). Esta coalición ha desencadenado una marea social y política que cuestiona la hegemonía política nacional ancestral de cien años del PNV en la dirección amplia del movimiento democrático vasco. Bildu aparece con credibilidad con su nueva estrategia para gestionar un cese de la violencia y en el final de ETA. Esta renovación con la coalición es percibida como agrupación unitaria de la izquierda soberanista e independentista con programa social progresista. La recién decisión de Aralar de participar en la coalición para las elecciones generales, tanto en Euskadi como en Nafarroa aunque sea con otra denominación, es otra muestra del efecto Bildu.
Hasta Bildu la izquierda abertzale (independentista) ha recorrido un camino hacia la confluencia y el agrupamiento en base lo que denominan autodeterminacionismo, en el que el ideario independentista acepta convivir con tendencias soberanistas y también federalistas, con la convicción y compromiso de que sea la ciudadanía de la población vasca quien decida.
Propuesta de “Acuerdo entre Eusko Alkartasuna, la Izquierda Abertzale, Alternatiba y Aralar para las Elecciones Generales del 20-N”.
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