Desde la atalaya de la Mesa del Parlament de Catalunya se
percibe con nitidez las caras en el hemiciclo parlamentario. Se siente próxima
la respiración de los oradores. Las espaldas de Mas (CiU) y de Jonqueras (ERC)
dicen mucho del gobierno en la sombra que ha de guiar al gobierno de la
menguada CiU de Mas. La aceptación y vinculación de nuevos recortes a laconsulta es la innovación de ERC al sancionar la investidura de Mas a president
de la Generalitat, con el compromiso de votar los Presupuestos.
David Companyon (secretario 4º de la Mesa del Parlament) dispone
de una vista privilegiada. Las espaldas de las personas parlamentarias serán
bien vigiladas. La denuncia y el desenmascarar las razones sublimes de país, en
clave de derechas, será sin tregua para los recortes, la corrupción, las promesas
y los pactos de país que perjudiquen a la población y a la clase trabajadora. Adjunto
unos párrafos del artículo de David Companyon publicado en SinPermiso.
Empieza la X legislatura en el Parlament de Catalunya. Artur
Mas acabó la anterior –la más corta de la historia- con 62 diputados y volvióal hemiciclo con 50. Ahora ha sido investido con los votos de los 21 diputados
y diputadas de ERC. Su investidura coincidía prácticamente con el primer año de
Rajoy (sí, sólo un año…) y con los peores datos económicos tras cinco
trimestres consecutivos de caída del PIB (-1,6%), el paro desbocado y una
recesión del consumo interno del -3,3%. Tal vez esta legislatura sea aún más
corta…
El pacto CiU-ERC: derecho a decidir y lucha de resistencia...
Derecho a decidir sí, recortes sociales no. Joan Herrera, en nombre de
ICV-EUiA, empezó su intervención citando las movilizaciones sociales,
laborales, cívicas, por la escuela catalana... Herrera habló alto y claro
sobre la necesidad de ejercer la autodeterminación sin adherirse al pacto
CiU-ERC.
Parecería que auditar la deuda, declarar una moratoria del
pago a las empresas concesionarias o los peajes a la sombra, parar los
desahucios, renegociar, revisar o dejar de pagar una parte de la deuda
financiera de la Generalitat, crear un impuesto a las grandes fortunas, a las
empresas que siguen teniendo grandes beneficios -pese a la crisis- como La
Caixa… y dedicarlo a un plan de rescate social, sería incompatible con el
apoyo de CiU al derecho a decidir. Herrera hizo una intervención de la
izquierda que quiere transformar, no gestionar.
La intervención de David Fernàndez, de la CUP, fue seguida
con gran expectación. En el contenido y el continente fue impecable. El suyo
fue un discurso sobre la necesidad de construir la sociedad sobre unas nuevas
bases. Fue una crítica mordaz, bien estructurada. A un Estado español que durante
décadas ha intentado desculturalizar los Països Catalans (Paises Catalanes).
También a una Catalunya burguesa que ha hecho y sigue haciendo sus negocios a
costa del sufrimiento de la mayoría de la población, "como La Caixa que ha
ganado en estos tres últimos de crisis 8.000 millones de euros". Contra un
gobierno de Mas sumiso y partícipe de los intereses de esa minoría y convertido
en un partido-negocio salpicado de casos de corrupción desde sus orígenes. Su
mano tendida al derecho a decidir y el puño cerrado contra los recortes: fue
una de las imágenes del debate.
Ello implica naturalmente cambiar las reglas, cuestionar la
deuda, obligar a las grandes empresas y a las grandes fortunas a
"sacrificarse" por el bien del pueblo. ¿Cómo es posible que La Caixa
reciba más de 4.000 millones de euros para quedarse con el Banco de Valencia
por un euro? Mientras el gobierno Mas ha privatizado y aumentado el precio del
agua, en París el ayuntamiento ha municipalizado su gestión.
Si el presupuesto de la Generalitat tuviera paredes de
cristal y estuviera controlado por entidades sociales, la austeridad sería un
valor y no una coartada para que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres
más pobres.
La gente que participa en las movilizaciones a buen seguro
que tiene propuestas y respuestas que hace poco tiempo parecían utópicas como
ha pasado con la dación en pago impulsada por la PAH. Escuchar al pueblo no
parece mala respuesta. Y si no se le escucha hay que acumular fuerzas, tejer
alianzas, unir las movilizaciones para ser escuchados.
David Companyon i Costa es miembro del Consell Nacional de
Esquerra Unida i Alternativa y Diputado por la coalición ICV-EUiA en el
Parlament de Catalunya.
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