“Señora, qué más quisiera usted que la tocasen”. Así de soez, con altanera voz de rancio machismo patrio de pandereta, se dirigió el Mosso d’Esquadra (policía autonómica catalana) a la maestra Roser Pineda Casademont. Roser había osado defender sus derechos de ciudadanía. Increpó al Mosso que no la dejaba entrar a trabajar y le daba empellones con las manos. Nada menos que en el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya.
Los Mossos estaban cercando a unos chicos y chicas jóvenes, pero no desdeñaron enfrentarse y avasallar a otra gente, incluidas a maestras como Roser. El Mosso en cuestión, ahora se puede saber su número,
El esperpento llegó vía denuncia y Juicio de faltas contra… la propia maestra Roser. Este martes hubo el juicio, y se desestimó la denuncia.
Resulta que los modales de género no hacen provecho al menos en este Mosso 1707. Pero lo que sí aprenden estos servidores del Orden (¿cuál Orden?) es a denunciar a las personas que agreden, pues es una medida preventiva
Es de justicia, señalar que desde Ca la Dona, la CGT, Mujeres juristas, la Plataforma contra las violencias de género, la gente de EUiA, el POR, y seguramente más gente y entidades implicadas que me dejo en el tintero, se movilizaron y favorecieron la sentencia exculpatoria.
Roser Pineda es miembro de la Plataforma unitaria contra las violencias de Género de Catalunya, y autora de muchos de sus imágenes y carteles.
Ver carta de Roser en el bloc BastidaEUiA…
No hay comentarios:
Publicar un comentario