“Ni un gramo de rebaja” en las reivindicaciones sobre la Financiación estatutaria que incumple el gobierno estatal del PSOE de Zapatero desde el primer plazo comprometido del 9 de agosto del año pasado.
Este es otro aviso de presión del presidente Montilla, ante los nuevos súper ministros Manuel Chávez y Elena Salgado, quienes son los encargados de lidiar al tripartito de la Generalitat catalana.
Pues va a ser que no. Las peticiones, la Ley, las presiones, la renovación del pacto de gobierno entre PSC, ERC, ICV-EUiA, caen en saco roto. ¿Cuántos meses necesitará la Generalitat y los partidos que la sustentan en atreverse a “plantar cara” (enfrentarse) con la acción ciudadana?
Maragall incordió con su Estatut. Desde la Moncloa lo tumbaron. Ahora el otrora fiel Montilla, se vuelve díscolo con la Financiación de un Estatut autocensurado desde el Parlamento catalán y recortado en las Cortes españolas.
Ni uno ni otro han fomentado el apoyo y la movilización ciudadana. Como tampoco lo han hecho ni ERC, ni ICV-EUiA. Y quizás cuando se decidan ya sea demasiado tarde, con la gente confundida y hastiada de tanto florete de declaraciones de alturas.
Cuando oigo hablar de gramos y rebajas, ya me estoy imaginando los quintales y las quitas financieras que se van a padecer. En primera instancia son los Ayuntamientos los que están sufriendo el recorte presupuestario existente, a cuenta de los sufridos habitantes. ¿Hasta cuándo también aguantarán estos consistorios? ¿Van a esperar que con demagogia CiU recupere cada palmo perdido y les desaloje de los gobiernos municipales y autonómicos? ¿Están fraguando la izquierderecha en Cataluña con la versión socialvergencia?
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