17/6/14

Universalidad del derecho a decidir


Ilust. de Arnal Ballester.
La Coronación el jueves de Felipe VI de Borbón se hará con una Ley Orgánica de Sucesión que excluye la elección ciudadana del Jefe de Estado del Reino de España.
El Príncipe Felipe ha sido abucheado en los últimos años en Barcelona y en Bilbao, incluso en la capital, Madrid. No hay síntomas de que sea amado por el pueblo que no lo puede ni elegir, ni rechazar, ni proponer a otro. Las mujeres, con la movilización feminista en defensa del derecho al aborto frente a la Ley de Gallardón que lo niega, han promovido muy activas el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Se apropiaron de manera bien creativa de la popularización del derecho a la autodeterminación que se realizó en Cataluña, como "derecho a decidir" sobre su estatus político. La Marcha de la Dignidad 22 M -Pan, Trabajo, Techo- reclama el derecho a decidir sobre los aspectos sociales. Hay propuestas para decidir las candidaturas a las municipales. En Cataluña hay la demanda al derecho a decidir sobre todo. En la CA Vasca y Navarra, la cadena humana que las enlazó se realizó por el derecho a decidir. La demanda del derecho a decidir se universaliza al usarse en el Estado para promover la elección de la Jefatura del Estado por la ciudadanía. IU propone un Referéndum sobre Monarquía o República. La Consulta catalana para el 9 Noviembre, sobre Estado e independencia, va a tener un nuevo hito de movilización popular el próximo 11 S, con énfasis en su realización para decidir. Valores de soberanía ciudadana republicana La universalización del derecho a decidir normaliza la aspiración de la ciudadanía a decidir sobre los asuntos que le conciernen, por supuesto incluido el Jefe del Estado. La conciencia de la necesidad de soberanía ciudadana conduce a la esencia de las libertades democráticas que son valores republicanos. Ciudadanía y libertad en vez de súbditos y sumisión. Estos valores democráticos republicanos quedan ignorados por la dirección del PSOE y la mayoría de sus candidatos a la renovación. Hay el lamentable espectáculo de proclamar que se sostiene el ideario republicano pero que no se puede practicar en la política, pues hay que centrarse en tratar de garantizar una estabilidad del régimen constitucional de 1978, a través de la sucesión, con un nuevo rey en la figura del hijo de Juan Carlos I, Felipe. Conviene un amplio pacto republicano para el derecho a decidir de la ciudadanía.  
De la Carta de La Aurora.

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