Ilustración de Orgullo y Satisfacción. |
Los resultados en el Reino de España no pueden ser
interpretados únicamente en clave interna (...)
Se abre un nuevo ciclo en la movilización social, en las
tentativas y las posibilidades de conformación de una alternativa política más
acorde con la correlación de fuerzas reflejada en las elecciones, con un avance
en la izquierda del espectro político que aflora movimentismo e incluso nuevas
fórmulas políticas. Las movilizaciones defensivas centradas en la resistencia
se empiezan combinar con otras sectoriales y generales con propuestas
propositivas a la ofensiva, bien aceptadas por la ciudadanía, que generan una
simpatía y solidaridad amplia y popular. Las huelgas combativas con algunas
generales con éxito de participación en las empresas y entre la ciudadanía
resultados pero sin llegar a conseguir torcer el brazo a la patronal y
gubernamental, se complementan con experiencias exitosas parciales en algunas
empresas e incluso sectores como en los hospitales públicos de Madrid, con un
ensayo continuo de pelea y solidaridad como con la PAH, contra los desahucios y
la dación de pago, las movilizaciones generales e inmensas por la educación y
la lengua en las Baleares, en Cataluña o la RTV, también en el País Valenciano.
La ciudadanía en movimiento adquiere atisbos de conciencia popular y aprende a
reconocer la capacidad de fuerza que puede generar. La Marcha de la Dignidad
"Pan, Trabajo, Techo" del 22 Marzo genera un nuevo paradigma en la concepción
de un bloque social y político práctico. Para desarrollarse con plenitud de su
potencial político, esta experiencia tan positiva ha de conseguir superar sus
limitaciones de prejuicios negativos hacia el sindicalismo real y los partidos
dispuestos a formar parte de la movilización, como contrapartida sindicalismo e
izquierda política partidista necesitan lavar sus temores al movimentismo, con
las fórmulas de organización difusa y asamblearia. Muy necesaria la alianza
movilizada entre ciudadanía popular y sindicalismo en las empresas. Para
favorecerlo es obligado que cada componente se trate con respeto, sin pretender
determinar o excluir. El nuevo tiempo de la izquierda, sindicalista, partidista
política y movimentista ha de ser compartido, por supuesto sin liderazgos
unilaterales por lo tanto conjuntos, mientras que cada componente aporta sus
cualidades para convertir el conjunto en un firme y fuerte ariete que genere
ilusión y confianza, augure y permita resultados exitosos, pequeños, parciales
y mejor aún generales. (...)
Marcha de la dignidad, Madrid. |
La abdicación de Juan Carlos I como Rey de España se produce
en el contexto de esta grave crisis del régimen de la Constitución de
1978-2014. Es una maniobra de las clases dominantes, de la mano del PP y de la
ya provisional dirección rubalcavista del PSOE, para reconducirla y darle una
salida a su favor, disfrazando de cambio generacional la imposición al 70% de
la población, que no votó la Constitución de 1978, de una segunda restauración
borbónica que arrebata al conjunto de los pueblos del estado español su derecho
a decidir la Jefatura del Estado, así como la forma de Estado, monarquía o
república, y como se relacionan a partir del ejercicio del derecho de
autodeterminación.
Las señales de la crisis del régimen son evidentes, (...)
Por un pacto republicano: Se ha abierto una oportunidad
histórica para construir una nueva mayoría de izquierda en el Estado, que se
manifieste en las próximas elecciones autonómicas y municipales. El objetivo no
puede ser otro que el de desalojar al PP de la mayoría de los ayuntamientos y
gobiernos autonómicos impulsando coaliciones y gobiernos de izquierda que se
apoyen en los movimientos sociales, que amplíen la participación democrática y
pongan en práctica programas de izquierda que bloqueen y cuestionen la lógica
de las políticas de austeridad. La conjunción de una mayoría de ayuntamientos y
gobiernos autonómicos con gobiernos de izquierda, así como a favor del derecho
a decidir en Cataluña, Euskadi y Navarra bloquearía la posibilidad de una Gran
Coalición tras las elecciones generales de noviembre de 2015. Junto con la
exigencia del derecho a decidir de Catalunya, Consulta para el 9N, y Euskal
Herria, un victoria de las izquierdas republicanas y soberanistas en las
elecciones municipales y autonómicas profundizará la crisis del régimen de la
segunda restauración borbónica. Es necesario, por tanto de manera natural, un
pacto republicano de las izquierdas del Reino de España, federalistas,
soberanistas e independentistas, un bloque republicanista amplio, que abra
nuevos procesos constituyentes, cimente la legitimidad de la soberanía
ciudadana, y exija la celebración de un referéndum sobre la forma de Estado.
Por la República Catalana, por la República Vasca y Gallega, por la República
Española. Por la Confederación Libre de las Repúblicas Ibéricas.
Extractos del Informe de coyuntura y tareas Comité de
Dirección de La Aurora - Organización Marxista, en Baztan el 7 de junio
de 2014.
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