De Lola Ribera para SinPermiso. |
La efervescencia política es positiva. Es un síntoma de
nuevos alineamientos. La convulsión la provoca la sacudida del trinomio 11S +
14N + 25N. Es decir "Libertad, Independencia, Nuevo Estado de Europa",
más social con la Huelga general ciudadana contra los recortes, más las
elecciones autonómicas catalanas.
Precursor fue J. L. Cebrián, con el clarificador "Escolta,Catalunya" ("Oye, Cataluña"). La línea política orientaba en un
federalismo de obligada unión del Estado, quizá con la idea de transmutar el
actual Estado monárquico constitucional español en una versión autonomista
digerible por lo que él mismo denomina como "la fiera del nacionalismo
español". Este federalismo unitario obligado evita plantearse que la soberanía
ciudadana democrática significa estructuración estatal republicana.
Disponemos del manifiesto por "Una izquierda catalanafuerte y mayoritaria por una Cataluña constituyente" que propone "que
Catalunya pueda decidir libre y plenamente cuál queremos que sea su estatus en
relación a España y Europa", sitúa que "el derecho a la
autodeterminación pueda ejercer en el inmediato periodo constituyente" y
que "queremos ser Estado". Esta perspectiva está impulsada desde el
sector catalanista del PSC, convertida en la base política del partido Nuevaizquierda catalana, anunciado por Ernest Maragall y Josep Mª Balcells. La
coherencia y la credibilidad quedan lastradas por el hecho de que la crítica a
los recortes y las políticas de privatizaciones de los servicios públicos,
proviene de responsables de primera línea en practicarlas en el tiempo del
tripartito de las izquierdas.
Otro sector de la intelectualidad socialista, con el apoyo y
difusión de sindicalistas y juristas de los ambientes de la coalición ICV-EUiA,
tanto de una como otra organización, se ha lanzado a esta carrera de definición
política con el manifiesto "federalista y de izquierdas", "Queremos
una España federal". En su exposición se frivoliza sobre el giro soberano
nacional operado en la población de Cataluña, "muchos proponen la
independencia como un camino "mágico" para salir de las dificultades",
se asimila fractura y cohesión social a la secesión y a rotura del Estado,
también soberanismo a neoliberal; se niega la viabilidad de un Estado propio, se
critica la rotura y la ruptura con España, "por no ser la mejor
opción ni para salir de la crisis". Relaciona el derecho a decidir con la rotura,
y la posibilidad de la celebración de un referéndum a hacerlo en el marco de un
Estado de derecho. De hecho niega de raíz la importancia de la soberanía
nacional y el ejercicio democrático del derecho a la autodeterminación por
parte de la ciudadanía soberana del pueblo de Cataluña. La crisis del estado de
las Autonomías parece cosa de otra galaxia. El manifiesto defiende una variante
catalana del federalismo unitario obligatorio de JL Cebrián. Para nada menciona
soberanía republicana.
Hay el manifiesto "La Cataluña de los Derechos Socialesy Nacionales", promovido por nuestros diputados Jordi Miralles y Mercè
Civit. Defiende el triple reto del 25N, en social, derecho a decidir y nuevo
proceso constituyente, señala que la próxima legislatura estará "marcada
por la defensa de los derechos sociales, nacionales y la consulta al pueblo".
También aborda el hecho de la renovación de la candidatura al Parlamento, donde
reclama que "hacía falta rentabilizar el bagaje y la experiencia política
de los diputados Jordi Miralles y Mercè Civit, así como el buen trabajo
realizado hasta ahora desde el Grupo parlamentario de ICV- EUiA". Es claro
que se debe aprovechar a fondo la experiencia, tanto como parlamentarios como
dirigentes que pueden asesorar y orientar. En cambio referente al buen trabajo
realizado me remito a que la base social no lo consideró de la misma manera,
por eso descabalgó el tripartito del gobierno. Es más, cada vez que el Grupo
Parlamentario y las y los parlamentarios se han alejado del sentimiento
popular, la propia afiliación de EUiA, y la de ICV, ha sufrido profundamente la
adaptación parlamentarista al gobierno y al Parlamento.
Esta semana ha nacido un manifiesto surgido de los nuevos
movimientos sociales: "Por una radicalización democrática más allá del25-N". Es el único que me he visto capaz de firmar, aunque incluye un
trasfondo confuso, pues evita calificar como clave las elecciones del 25N. Esto
es una sombra que en parte puede abonar las tendencias abstencionistas y
a-partidistas. Sin embargo en las posiciones políticas de perspectivas de
izquierdas social y nacional, me da la impresión de un calco que haya bebido de
la 6ª Asamblea de EUiA, así como de lo que he ido defendiendo y promoviendo
desde el post 10Jl2010, post 15M, y post 29S: "este escenario atraviesa
las dos grandes cuestiones que han marcado históricamente la agenda política
del país: la social y la nacional". Llama a "democracia real"
con una "fuerza plural" que "debe ser capaz de convocar todo el
tejido social comprometido del país y de impulsar procesos constituyentes que
busquen complicidades con otras iniciativas democráticas de Europa y del resto del
Estado".
Debemos poner adelante las perspectiva para una Cataluña libre y social, relacionada con los Estados dentro de Europa. Un proceso constituyente, en función de la decisión soberana de la ciudadanía en consulta o referéndum vinculante, con una concepción de soberanía republicana que no cabe dentro de la Constitución del Estado monárquico.
Debemos poner adelante las perspectiva para una Cataluña libre y social, relacionada con los Estados dentro de Europa. Un proceso constituyente, en función de la decisión soberana de la ciudadanía en consulta o referéndum vinculante, con una concepción de soberanía republicana que no cabe dentro de la Constitución del Estado monárquico.
Falta una.
ResponderEliminarLa disolución de TODOS los Estados Europeos, tal como ahora lo conocemos y la creación de la Federación Europea a partir de la libre autodeterminación de las distintas identidades culturales que hay en Europa.
Podemos empezar por aquí, la disolución de España.
Un proceso constituyente para Europa, España y Cataluña.
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