1/7/09

Tripartito trastocado: PSC-CiU-ERC


Con la Ley de Educación de Catalunya (LEC) nos topamos con la Iglesia y con la derecha catalana, CiU.

En los contubernios parlamentarios la política educativa de Ernest Maragall-Montilla se ha convertido en un tripartito trastocado: PSC-CiU-ERC.

¿Es esa la tendencia? ¿CiU es el talismán para las denominadas políticas de país? ¿Tendrá razón Pujol que CiU es el “pal de paller” catalán? ¿Mas está subiendo las escaleras al pedestal gubernamental de la mano socialista?

Rubalcaba debe estar frotándose las manos de gozo. Montilla le está sirviendo en bandeja el abrazo con CiU.

El Acord d’Entesa (pacto gubernamental PSC, ERC, ICV-EUiA) queda en entredicho. Ya no sirve, al menos para adoptar políticas de izquierdas. Su actualización fue un fiasco. A pesar de las buenas intenciones e ilusiones tripartitas. Lo que engendra el gobierno son políticas de izquierderecha, socialvengencia.

Con la LEC se da rango superior a la doble red escolar de interés público, frente a la reivindicación de una política y una educación de obligatoriedad pública con una red única. La Ley permite, y favorece, la red privada concertada y religiosa a coste del erario e impuestos públicos, incluso en escuelas de élite y donde se separa por razón de sexos. Se obvia la responsabilidad municipal. Desaparece la laicidad.

Como si de un esperpento se tratara, ERC acusa a ICV de ser rehén de los sectores más intransigentes de EUiA. Cuando hay que reconocer que ICV ha liderado con convicción. Con la diputada Dolors Camats como ponente, el apoyo de Joan Herrera, la negativa de Joan Saura en el seno del gobierno. Y con el sustrato decisivo del firme sostén y presión que ha representado las movilizaciones, huelgas y manifestaciones del profesorado, estudiantes, del conjunto del sector y de la comunidad educativa. Con un sindicato como USTEC muy comprometido, seguido por CCOO y UGT.

No es de consenso ni lo que necesita el país, señaló Dolors Camats; aún así hay que seguir en el gobierno y el Acuerdo de Entesa es bueno y sirve, remachó Jordi Miralles; cinco años de tripartito conducen a una ley educativa mala, de país con CiU, desalentador, lo calificó Joan Herrera. Fue ayer en un acto de tomar distancias con la política educativa que hoy se hará ley en el Parlament.

Es un orgullo que se nos considere intransigentes en la educación pública.

1 comentario:

  1. y una vergüenza que otros (CiU y sus compinches) sean intransigentes en la defensa de la educación privada y clerical

    ResponderEliminar