¡El carbón, el trabajo, la vida! Quien mejor para defenderlo y liderar el progreso que la acción comprometida, consciente y movilizada,
trabajadora.
La #nocheminera pisa firme en Madrid. Cual nuevo 15M, la luz
desde el casco ilumina una perspectiva bien distinta para afrontar la crisis.
La marcha de las cuencas mineras se ha convertido en una
movilización ejemplar.
Las columnas obreras han levantado a hombres y mujeres,
familias, pueblos y comarcas enteras, la juventud se ha entusiasmado. Se oye y
se escribe "si no hay solución, revolución".
Un sector productivo, el minero, tan obsoleto y no
sostenible como el sistema económico capitalista que ha convertido la
extracción de minerales en un pilar fundamental e ineludible de su
funcionamiento, se alza para asaltar el cielo de su reconversión.
La simpatía popular ciudadana ha desbordado el aislamiento y
el intento de evitar que se conociera por los medios de comunicación. Lo que el
gobierno ha bloqueado, la TV, prensa y radio no han informado, ha salido a la
luz del pozo informativo a través de la comunicación potente y viral de las
redes sociales.
La minería ha roto con el gobierno Rajoy del PP. Las cuencas
y la clase obrera minera saben que el carbón ha pasado a la historia económica,
aunque pueda pervivir durante muchos años.
El valor y la principal lección minera es que además de no
resignarse y resistir, luchan; señalan que el sistema económico sólo es válido
si asegura el trabajo, la educación y la vida de la fuerza de los seres humanos
que le permiten funcionar y existir.
La lucha minera no es inútil. Esa lucha es vital para
conseguir la reconversión del sector minero, las profesiones de sus hombres y mujeres,
de su tierra.
Una segunda lección es que la irrupción cohesionada
movilizada obrera se convierte en un factor objetivo de cambio revolucionario
en las conciencias. O el sistema económico y social progresa en función de las necesidades
de las personas trabajadoras, de su interacción con la naturaleza, o es el
sistema el que no sirve, no es útil, está caduco. Entonces se necesita otro
camino, otras cosa colectiva, aunque no se sepa cual, e incluso a pesar de que
el socialismo y el comunismo estén muy desprestigiados.
Una tercera lección es quela organización y los métodos de lucha
obrera son distintos a los de otros segmento sociales; combinan la resistencia
pacífica con la defensa activa y violenta colectiva. No han usado dinamita como
en el 1934, cuando la Comuna asturiana de la UHP (Unidad Hermanos Proletarios)
y de la Alianza Obrera, pero se han enfrentado valerosamente y de forma
consciente colectiva organizada.
La marcha negra minera ha ganado la simpatía de la ciudadanía
y de la opinión pública. La defensa de la reconversión, con la denuncia de los incumplimientos
del PP, ha reflejado las preocupaciones de una mayoría de la población sobre
qué hacer ante la crisis.
En ese sentido ha sido simbólico e importante el apoyo del
15 M a la mecha minera.
Aprendamos de esa movilización, de sus destellos de futuro.
Es el camino que tendremos que transitar para conseguir respuestas trabajadoras
a la crisis, para declarar obsoletos, improductivos y caros, a los causantes
del desbarajuste económico y de la involución social. El trabajo y la vida
están en contradicción con los poderes y dueños financieros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario