Declaración de las organizaciones presentes en el Congreso de NPA (Febrero 12, 2011).
El derrocamiento de Ben Ali y de Mubarak cambia la situación política, no sólo en el Magreb, sino también a escala internacional.
Las revoluciones populares que le han puesto fin a dictaduras sostenidas por décadas por los Estados Unidos y los imperialismos europeos, les están devolviendo la confianza a todos los pueblos árabes, y están dándole un golpe devastador al orden imperialista y sionista en la región.
La población de Yemen, Jordania, Algeria y Palestina está ya en las calles, exigiendo cambios políticos.
Estas revoluciones se han dado como consecuencia directa de la crisis económica internacional y de las imposiciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que promueven una ofensiva social radical, empobreciendo poblaciones ya de por sí sujetas a décadas de políticas de injusticia social y corrupción.
Estas dos revoluciones le abren el camino no sólo a demandas democráticas para acabar de romper con la dictadura, sino también al cuestionamiento de los sistemas económicos capitalistas que son la causa de tanta injusticia. Los reclamos sociales han estado en el corazón de estas insurrecciones populares.
El imperialismo hará todo lo que pueda para salvaguardar sus posiciones en la región, y para detener tanto el desarrollo anticapitalista de los procesos en curso, como su propagación por la región.
Esto significa que los pueblos de Túnez y Egipto, las fuerzas que desean abrirles un camino antiimperialista y socialista a sus propios países, necesitan la solidaridad y el apoyo activo de los revolucionarios de los movimientos antiimperialistas, sociales y sindicales del mundo entero. Nos comprometemos, cada uno de nosotros y en nuestros respectivos países, a alimentar esta solidaridad y a pelear contra los ataques que las instituciones internacionales y los grupos capitalistas están ya emprendiendo para detener cualquier profundización social y económica de estas revoluciones emergentes. A partir del magnífico ejemplo de éstas, nos comprometemos también a estimular las movilizaciones contra la deuda y las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
¡Que viva la revolución egipcia! ¡Que viva la revolución tunecina!
¡Solidaridad internacional!
Túnez: Ligue de la Gauche Ouvrière Tunisienne; Iraq: Irak Freedom Congres, Union of communists-Irak; Inglaterra: Socialist Worker’s Party, Counterfire; Bélgica: LCR/SAP; Portugal: Bloco de Esquerda; Córcega: A Manca; Italia: Sinistra Crítica; Estado español: Izquierda Anticapitalista (IA), Partido Obrero Revolucionario (P.O.R.), Cataluña: En Lluita; Euskadi: Askapena; Irlanda: Socialist Worker Party; Polonia: P.P.P.; Grecia: SEK, DEA; EEUU: ISO; Canadá: Socialist caucus of the New Democratic Party; México: P.R.T.; Venezuela: Marea Socialista; Brasil: PSOL; Argentina: MST; Perú: P.R.T.; Indonesia: KPRM-PRD; Sri Lanka: NSSP; Corea del Sur: New Progressive Party; Australia: Socialist Alliance; Suiza: MPS.
"Están dándole un golpe devastador al orden imperialista y sionista en la región".
ResponderEliminarNo se si considerar frases como esta una inocencia o una ofuscacion.
Cuando vemos que precisamente ningun manifestante ha dirigido sus pasos hacia las embajadas usa en esos paises podemos comprovar cuan es la animadversion hacia el imperialismo.
Que nos digan que son antimperialistas estas "revoluciones" es algo que no cuadra.
No mata el mal, sino l'hora me decian. El mal en este caso no tiene muy asegurada su muerte, pero si que habia llegado la hora: de que?. Esa es la pregunta, pero seguro que no es la de la conciencia antiemperialista en esos paises.
Fernando, Tus observaciones son justas, al calor del Congreso se difuminaron las matizaciones más ajustadas y científicas, ahora bien, objetivamente es claro que estos cambios revolucionarios son un golpe tremendo a la globalziación y al capital internacional de las metrópolis, incluso aunque este se recupere y pretenda o consiga seguir incando el diente.
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