Una fórmula magistral de un nuevo algoritmo mortífero para el Reino de España. Sin compasión. Esta Triple C, CCC, o C elevada al cubo, lo está barriendo todo y lo que hay por ver. De momento el vértigo de las cúpulas partidarias, estatales y económicas se instaura con la crecida de Podemos en las encuetas electorales.
A los grandes señores de las finanzas y el Estado no les ha
quitado el sueño las millones de personas en el paro, ni la destrucción puestos
industriales, ni la involución a prácticas dictatoriales que niegan el derecho
a votar de la ciudadanía de Cataluña.
Les produce migrañas Pablo Iglesias y su Asamblea ciudadana
de Vista Alegre. Cuando sea la gente trabajadora que pretende tomar el timón
público, social y económico en sus manos, dejará pálido el efecto Podemos.
Se cuecen, en el subsuelo cívico de la sociedad, Procesos
constituyentes sociales y de los pueblos en el Estado. El horizontes de
perspectivas republicanas pugna por emerger en las tentativas de soberanía y legalidad
catalana, a la que le pueden seguir Euskal Herria, España y Galiza.
C3: Crisis, Corrupción, Consulta.
La caída en casi 20 puntos en la intención de voto del PP,
situándolo en tercer lugar tras Podemos y el PSOE, son la consecuencia directa
de la crisis, la corrupción y el movimiento popular por la consulta en
Cataluña.
Esa C elevada al cubo es la fórmula que define la situación política y social en esta fase de la crisis del régimen de la segunda restauración borbónica.
A pesar de los irresponsables anuncios de Rajoy, Guindos y Montoro de que España está saliendo de la crisis y sus reformas son un ejemplo a seguir por el resto de la Unión Europea, la realidad es que la deuda pública ha crecido en estos años del 37% al 99% del PIB.
El paro se sitúa en el 26% y solo ha descendido algunas décimas gracias a la pretendida recuperación, a base de trabajo precario.
La deflación corrosiva amenaza como consecuencia del estancamiento de la economía. Por si faltase algo, el resto de la Unión Europea se desliza hacia la tercera recesión de esta profunda crisis iniciada en 2008, ahogando cualquier crecimiento a partir del sector exportador, cuyas cifras se desploman.
La precariedad y la caída de los salarios impiden que la demanda interna tire de la economía. Rajoy no solo ha incumplido su programa en orden a ejecutar los dictámenes de la Troika, precio del rescate de Bankia y las Cajas de Ahorro quebradas: ha sido incapaz de sacarnos de una crisis a la que ha sacrificado a dos generaciones de españoles.
Pero la crisis ha puesto también de relieve el capitalismo de amiguetes, chanchullos y comisiones que se ha desarrollado al amparo del pacto de la Transición.
Cuando la crisis ha cortado el flujo de crédito y dinero fácil se ha puesto de manifiesto que quienes si vivían por encima de sus posibilidades eran los políticos del PP con sus sobresueldos de la Gürtel y Barcenas, los Urdangarín y demás aristocracia oligárquica, los Blesa y Rato con sus tarjetas “negras”, los promotores urbanísticos y los subcontratistas de los servicios públicos…hasta un sector de políticos y sindicalistas de izquierdas, que han acabado por hacer bueno el concepto de “casta”, los aprovechados del régimen del 78.
Y cuando los ciudadanos piden votar, decidir sobre su destino, recuperarlo de la gestión desastrosa y corrupta de la oligarquía, después de haberles impuestos una reforma constitucional y una sucesión en la Corona exprés, cuando el pueblo de Cataluña se manifiesta multitudinariamente en las calles para exigir urnas…se acude una vez más al Tribunal Constitucional. No para escucharle, sino para callarle a golpe de prohibiciones el 9-N.
Son los gestores de la crisis que han transferido decenas de miles de millones del erario público a la banca privada y los que decían que los ciudadanos vivían por encima de sus posibilidades mientras ellos tiraban de tarjetas negras…los que quieren decidir por ellos en nombre de la Constitución de 1978.
Crisis económica x Corrupción x Prohibición consulta= C3
Las encuestas ya apuntan claramente cuál será la respuesta popular en las próximas elecciones municipales y autonómicas y en las elecciones generales: el fin del bipartidismo, el desarrollo de procesos constituyentes… Carta de La Aurora.
Esa C elevada al cubo es la fórmula que define la situación política y social en esta fase de la crisis del régimen de la segunda restauración borbónica.
A pesar de los irresponsables anuncios de Rajoy, Guindos y Montoro de que España está saliendo de la crisis y sus reformas son un ejemplo a seguir por el resto de la Unión Europea, la realidad es que la deuda pública ha crecido en estos años del 37% al 99% del PIB.
El paro se sitúa en el 26% y solo ha descendido algunas décimas gracias a la pretendida recuperación, a base de trabajo precario.
La deflación corrosiva amenaza como consecuencia del estancamiento de la economía. Por si faltase algo, el resto de la Unión Europea se desliza hacia la tercera recesión de esta profunda crisis iniciada en 2008, ahogando cualquier crecimiento a partir del sector exportador, cuyas cifras se desploman.
La precariedad y la caída de los salarios impiden que la demanda interna tire de la economía. Rajoy no solo ha incumplido su programa en orden a ejecutar los dictámenes de la Troika, precio del rescate de Bankia y las Cajas de Ahorro quebradas: ha sido incapaz de sacarnos de una crisis a la que ha sacrificado a dos generaciones de españoles.
Pero la crisis ha puesto también de relieve el capitalismo de amiguetes, chanchullos y comisiones que se ha desarrollado al amparo del pacto de la Transición.
Cuando la crisis ha cortado el flujo de crédito y dinero fácil se ha puesto de manifiesto que quienes si vivían por encima de sus posibilidades eran los políticos del PP con sus sobresueldos de la Gürtel y Barcenas, los Urdangarín y demás aristocracia oligárquica, los Blesa y Rato con sus tarjetas “negras”, los promotores urbanísticos y los subcontratistas de los servicios públicos…hasta un sector de políticos y sindicalistas de izquierdas, que han acabado por hacer bueno el concepto de “casta”, los aprovechados del régimen del 78.
Y cuando los ciudadanos piden votar, decidir sobre su destino, recuperarlo de la gestión desastrosa y corrupta de la oligarquía, después de haberles impuestos una reforma constitucional y una sucesión en la Corona exprés, cuando el pueblo de Cataluña se manifiesta multitudinariamente en las calles para exigir urnas…se acude una vez más al Tribunal Constitucional. No para escucharle, sino para callarle a golpe de prohibiciones el 9-N.
Son los gestores de la crisis que han transferido decenas de miles de millones del erario público a la banca privada y los que decían que los ciudadanos vivían por encima de sus posibilidades mientras ellos tiraban de tarjetas negras…los que quieren decidir por ellos en nombre de la Constitución de 1978.
Crisis económica x Corrupción x Prohibición consulta= C3
Las encuestas ya apuntan claramente cuál será la respuesta popular en las próximas elecciones municipales y autonómicas y en las elecciones generales: el fin del bipartidismo, el desarrollo de procesos constituyentes… Carta de La Aurora.
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