La Europa de la UE. |
El futuro lo esboza la Carta de La Aurora que adjunto:
"La tarea de la izquierda es confluir, renovarse, abrirse democráticamente
a los movimientos sociales que resisten las políticas de austeridad y preparar
alternativas de gobierno de izquierdas que permitan avanzar en el proceso de
ruptura hacia la Europa de los Pueblos y los Ciudadanos".
Elecciones europeas: crisis del bipartidismo, fracaso de la austeridad. Las elecciones europeas han supuesto un rechazo sin precedentes de
las políticas de austeridad del "Consenso de Bruselas". Quienes creen
que los resultados en el Reino de España solo pueden ser interpretados en clave
estatal, se equivocan: la clamorosa crisis del bipartidismo es la de las
políticas de ajuste neoliberales aplicadas por Zapatero y Rajoy, al dictado de
la Troika.
El PP y el PSOE han perdido juntos más de 30 puntos y cinco
millones de votos en relación a las elecciones europeas de 2009. Se han quedado
por debajo de la cifra simbólica del 50% del electorado. Han perdido la
capacidad de una reforma conjunta de la Constitución de 1978-2011. La formula
de gestión política de la segunda restauración borbónica, la alternancia en el
gobierno entre el PP y el PSOE, ha quedado bloqueada. Pero precisamente por
ello, las clases dominantes del estado exigen ya la formula de
"excepción" del bipartidismo para salvar al régimen: la coalición
menguante del PP y el PSOE.
El gran perdedor de estas elecciones en el estado ha sido el
PSOE, que ha obtenido el peor resultado de la democracia, con 2,5 millones de
votos menos, una caída de 15,7 puntos y 9 escaños. Los resultados han obligado
a Rubalcaba a convocar un congreso extraordinario el 19 y 20 de julio en el que
intentará controlar su sucesión y, sobre todo el debate político que impregnará
a las candidaturas que se presenten: ¿gobierno de coalición PP-PSOE o gobiernos
de izquierdas? Las federaciones socialistas de Valencia, Madrid y Andalucía,
que aspiran a formar o consolidar gobiernos de izquierda autonómicos serán
determinantes en la elección del nuevo secretario general del PSOE y en la
organización de las primarias en noviembre. Las elecciones europeas han
demostrado que la alternativa a un giro a la izquierda contra las políticas de
austeridad es la "pasokización" del PSOE.
En este sentido, la victoria del PP, perdiendo 2,6 millones
de votos, 16 puntos y ocho escaños, es pírrica. Los resultados demuestran que
la crisis y las políticas neoliberales comienzan a disgregar a la base social
popular de la derecha, que a pesar de la fuerte polarización ideológica castiga
al PP preferentemente con la abstención. Sin posibles aliados, el PP se
enfrenta a un escenario en el que no podrá repetir sus mayorías absolutas en
autonomías clave como Madrid, Valencia o Extremadura, sigue perdiendo terreno
en Andalucía, pero también en Cataluña o el País Vasco, donde ha dejado de ser
el único defensor del españolismo más rancio, ante la competencia de UPyD y
Ciudadanos, iniciando así una división de la derecha que es más evidente en
Madrid.
Los espectaculares resultados de Podemos suponen la
irrupción en la política institucional de la generación del 15-M, que soporta
una tasa de paro muy superior a la media. También ponen de manifiesto las
limitaciones de IU, a pesar del éxito electoral de la candidatura de la
Izquierda Plural. El freno de su importante avance, sobre todo en Madrid y Asturias,
reflejan las dificultades de los aparatos para adaptarse a los movimientos
sociales y una ruptura generacional en la izquierda alternativa. Lejos de darse
la espalda, Podemos y la coalición de la Izquierda Plural tienen que darse la
mano, consolidar un espacio político que es común, consolidar sus relaciones
con los movimientos sociales a través de métodos participativos como las
primarias y preparar una alternativa radical de gobiernos de izquierda frente
al peligro de una coalición menguante PP-PSOE.
La participación de 10 puntos más del electorado en Cataluña
en relación con 2009 y de casi tres en el País Vasco demuestra la masividad de
la campaña soberanista por el derecho a decidir que, además, ha pasado el
testigo de la mayoría política a ERC y equilibrado la relación de fuerzas entre
PNV y EH Bildu. La cuestión política crucial en la crisis del régimen de la
segunda restauración borbónica en los próximos meses será la convocatoria de la
consulta catalana el 9 de noviembre. Los resultados de las fuerzas que apoyan
la consulta, el 52%, hace aún más difícil al Gobierno del PP la prohibición de
la consulta sin que esa mayoría se multiplique y se radicalice en unas
elecciones catalanas anticipadas. En este sentido será decisiva la construcción
de alianzas con las izquierdas del resto del estado en defensa del derecho a
decidir su ampliación a la de nuevos procesos constituyentes frente al régimen
monárquico de 1978.
En la Unión Europea, el voto de castigo contra el “Consenso
de Bruselas se manifiesta ante todo en la pérdida del 7% de los escaños
populares (62 europarlamentarios), del 1% de los socialdemócratas (11) y del
1,4% de los liberales. El primer llamamiento del candidato conservador a la
presidencia de la Comisión, Jean-Claude Juncker, para una nueva coalición de
las tres fuerzas ha encontrado la condición de la socialdemócrata Hannes
Swoboda de que se abandone la política de austeridad y las instituciones
europeas den un giro a favor del crecimiento y el empleo. Este mismo
llamamiento es el que ha permitido la victoria del PS en Portugal y del PD en
Italia. Pero en ningún sitio del sur de Europa la alternativa es tan clara como
en Grecia, un país martirizado por la Troika: Syriza, con el 26,48%, supera en
más de tres puntos a la derecha de Nueva Democracia, aunque la suma de sus
votos y los del Pasok siguen asegurando una escasa mayoría al actual gobierno
austericida.
Si la izquierda unida europea y los verdes aumentan en toda
la UE sus escaños, el voto de protesta también se expresa en la victoria de los
anti-europeistas de derechas de UKIP en el Reino Unido, del Frente nacional
francés de Le Pen y el aumento de otras fuerzas neo-fascistas en Hungría y
Grecia.
La erosión de la legitimidad del proyecto de construcción
neoliberal de Europa, apoyada en el “Consenso de Bruselas” se acrecienta con la
polarización a favor de mantener las políticas de austeridad o dar un giro
hacia el crecimiento y el empleo. Esa polarización se expresa transversalmente,
pero sobre todo en el seno de los partidos socialdemócratas, que pretenden
condicionar desde el social-liberalismo la hegemonía conservadora de la Troika
que encarna la Canciller Merkel. Ceder a ella apoyando la elección de Juncker
solo profundizará la crisis que atraviesa la socialdemocracia en toda Europa.
Los resultados de las elecciones europeas tendrán
importantes consecuencias en los próximos meses en todos los estados miembros
de la UE. Se abre un proceso de reagrupamiento y de clarificación política e
ideológica más allá del “Consenso de Bruselas”, especialmente en los países del
sur de Europa. La tarea de la izquierda es confluir, renovarse, abrirse
democráticamente a los movimientos sociales que resisten las políticas de
austeridad y preparar alternativas de gobierno de izquierdas que permitan
avanzar en el proceso de ruptura hacia la Europa de los Pueblos y los
Ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario