T. Sánchez, A. Garzón, JJ Nuet, M. Valiente. |
Tania Sánchez, diputada autonómica y cabeza del tándem
ganador en las primarias de IU-CM (Comunidad de Madrid) junto a Mauricio
Valiente, candidata a las elecciones autonómicas, se desengancha de IU y
precipita la ruptura, con su secuela de división y agria confrontación. Sánchez
anuncia un nuevo partido para articular una candidatura de unidad popular en la
región.
Mauricio Valiente no ha seguido a Tania y se mantiene en IU.
Valiente, arropado por el PCM, se propone como candidato a la alcaldía en confluencia
con Ganemos Madrid. IU-CM, dirigida por quienes perdieron en las primarias autonómicas,
niega la confluencia con Ganemos Madrid si no es en coalición de partidos.
El escenario es de una unidad demasiado dividida.
Y ganar al PP en el Ayuntamiento y en la Comunidad necesita
de la acción unitaria y de las alianzas entre las izquierdas, una de cuyas
nuevas piezas relevantes es Podemos.
La renovación de IU federal, en torno a Alberto Garzón y las
expectativas como candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno,
resulta salpicada y se resiente con esta división y ruptura en IU-CM.
A lo pronto y desde Barcelona, me limito a compartir la
declaración de A. Garzón que "considera la salida de Sánchez una
"mala noticia" propiciada por la dirección de IUCM", a sabiendas
que esto desencadena un proceso de cambios que afectan a si IU consigue
renovarse o se queda en un fiasco, o al alcance de la renovación en curso.
"La refundación ha finalizado, IU es la Syriza
española" aseveró Cayo Lara, coordinador federal, en la clausura de la X
Asamblea federal de IU en diciembre de 2012. Toda alianza entre las izquierdas
se consideraba ineludible que pasaría por IU. IU arrinconó la estrategia
propuesta por EUiA de promover un nuevo espacio político, dedicado a formar lo
que se llamó en Cataluña en lenguaje popular una Syriza catalana, con una
alianza entre federalistas, soberanistas e independentistas.
Las variadas iniciativas que IU promovió para ampliar su
espacio político, e insertarse en el avance de una nueva generación política,
con una actitud muy proclive a las experiencias inéditas del 15 M, tuvieron la
limitación de pretender encajonarlas en la estructura de IU, o quedaban determinadas
por un predominio indiscutible de IU, en especial cuando se trató de las representaciones
electorales. Toda alianza tenía que pasar por el cedazo estricto de IU.
Las positivas experiencias de inicio de la Refundación, la
Convergencia social, el Bloque Político y Social, Suma, terminaron frenadas en
falso ante la imposición de unas listas electorales con margen tan reducido
que, en las europeas, incluso se excluyó a EUiA de las posiciones con
posibilidad de elegibilidad.
En estas refriegas eclosionó el fenómeno Podemos. Pablo Iglesias
pasó de ser un prometedor colaborador en la campaña gallega, a una china en el
zapato de IU desde Madrid, para convertirse de un posible aliado a empezar a
fagocitar a IU en Madrid y en el Estado. Primero con un desplazamiento
tectónico en la base social joven, seguido de la absorción de dirigentes de IU.
En cambio los programas políticos son muy similares. En ambos casos, de Podemos
y de IU, bastante menos radicales que las propuestas de Syriza y su Programa de
Salónica.
Las tarjetas Black de Bankia conmocionaron la ciudadanía
española. La corrupción se manifestaba con toda su impunidad y soberbia, con el
PP como eje promotor y responsable indiscutible, pero con aledaños corruptos en
las izquierdas institucionales, la del bipartidismo y la que lo combatía. En IU
se originó un clamor de limpieza ética frente a la corrupción que quedó en la
práctica poco atendido por su dirección. IU-CM resultó seriamente dañada.
La gota que colma el vaso y precipita la diáspora, tiene que
ver con la manifestación estatal de Podemos en Madrid, por el Cambio. Esta
movilización ha corroborado que el fenómeno mediático y de las encuestas es
algo más que virtualidad y deseos, pues muestra capacidad movilizadora y
organizativa.
El cambio en el Estado del Reino de España se orquesta en
torno a Podemos, aunque de momento en clave electoral.
En este contexto anatemizar a Tania Sánchez no tiene
sentido. Es lamentable que las soluciones pasen por las rupturas y divisiones
en vez de las convergencias y confluencias, pero esto son síntomas de una
situación, componendas y equilibrios demasiado enrarecidos entre las
izquierdas.
"La trinchera se ha desplazado. Como me quedo, me tengo
que mover. Nos vemos buscando la unidad popular para cambiar el país". Así
Hugo Martínez Abarca anuncia que sigue los pasos de Tania Sánchez.
Se necesita transparencia, compromiso y aire fresco. Hay que
airear todas las casas. Conviene un baldeo a fondo. Limpiar el moho y la caspa.
La izquierda trabajadora se merece la honestidad, la convicción y la ilusión que
son valores de la inmensa mayoría de sus activistas.
A IU le corresponde una buena lectura realista. Necesita
adaptarse al buen fin de la confluencia concreta hoy necesaria y posible.
Las experiencias inéditas de procesos unitarios complejos
como Guanyem Barcelona, Ganemos Madrid, fórmulas mixtas y de otro tipo, tendrán
que convivir con el ímpetu de Podemos. También con las variantes soberanistas e
independentistas autóctonas en Catalunya, Euskadi, Nafarroa y Galiza, imprescindibles
para las transformaciones y rupturas democráticas constituyentes en cada pueblo
y en el conjunto del Estado.
IU tiene mucho que aportar si se sitúa en la marea de
cambio, en la estela de Syriza y el programa de Salónica.
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