16/12/16

Un salario digno



Por decreto ley y negociación secreta con el PSOE, evitando el debate en el Parlamento, el gobierno del PP ha decidido aumentar un 8% el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) Pasará de 655 a 707 euros. Siendo un incremento importante, se queda muy lejos de un salario digno, de las peticiones del propio Congreso de los Diputados y de los sindicatos y movimientos sociales. Más de 5 millones y medio de personas cobran el salario mínimo o menos.
El 22 de noviembre, a propuesta de EnComúPodem, el Congreso había aprobado la petición para que el SMI subiera hasta 850 euros en el 2018 y hasta 950 en el 2020. En ese debate la ministra Bañez soltó aquello de que “nadie cobra por debajo de los 655 euros” ¡En qué mundo vivirá! Posteriormente, una reunión de los sindicatos con el gobierno se saldó en fracaso por su negativa a negociar. Los sindicatos respondieron con la convocatoria de manifestaciones el 15 de diciembre y una gran concentración en Madrid el 18. Y, de pronto, el PP y el PSOE pactan un aumento que, previamente, el gobierno había rechazado.
Este acuerdo marca la tendencia de esta legislatura. El PP no tiene mayoría y buscará un acuerdo con el PSOE, y con Ciudadanos, para imponer sus políticas. La abstención que impusieron los barones del PSOE no fue un “accidente”, si no una opción de gobernabilidad con la derecha. La gestora del PSOE presenta este acuerdo como un “éxito” de su capacidad de negociar, pero lo hace a espaldas de los sindicatos y convirtiéndose en subsidiario del PP. Lo hace también a cambio de apoyar el techo de gasto impuesto por Bruselas. Es decir, las políticas de austeridad que tanto daño han hecho y tantos derechos han recortado.
Continuar con las políticas del PP, aunque ahora hable de diálogo (no le queda otro remedio) es seguir por el camino del sufrimiento para los más desfavorecidos. Los salarios siguen siendo bajos; el PP está vaciando la caja de las pensiones, luego dirá que hay que recortarlas porque no hay dinero; el empleo precario, y subiendo en el mes de noviembre.
Fiarlo todo a lo que se pueda hacer en el Parlamento es un camino sin salida. Ahora es la movilización quien puede empezar a cambiar las cosas. En los convenios colectivos para aumentar los salarios, en las huelgas para mejorar las condiciones de trabajo, en las manifestaciones para exigir empleo y acabar con la precariedad. El día 15 se han convocado manifestaciones en toda España. Tienen que ser masivas y exigentes. El 18, una marea tiene que ocupar Madrid para que se oiga la voz de quienes han perdido casi todo y casi todo lo tiene por ganar.
De la Carta de La Aurora.

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